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Actualización de la Crisis Rusia-Ucrania: Cronología y la creciente amenaza de invasión.

Ariadne Morales Acevedo
Ariadne Morales Acevedo
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Por: Ariadne Morales Acevedo y Susana Contreras Ahedo.

Las tensiones entre Rusia y Occidente están avivando los temores sobre
la posibilidad de una invasión de Ucrania, ya que ambas partes han posicionado
tropas y equipos militares en la región. Actos de agresión que podrían
convertirse en el mayor conflicto militar en suelo europeo en décadas.

El Kremlin parece estar haciendo todos los preparativos para la guerra:
trasladando equipos militares e incluso unidades médicas al frente. El
presidente Joe Biden dijo la semana pasada que Rusia había acumulado unos 150.000
soldados cerca de Ucrania. En este contexto, las conversaciones diplomáticas,
de las que se habló en el artículo anterior, entre Rusia y Estados Unidos y sus
aliados aún no han llegado a ninguna solución.

El 15 de febrero, Rusia dijo que planeaba “retirar parcialmente las
tropas”, una posible señal de que el presidente ruso Vladimir Putin podría
estar dispuesto a reducir la tensión. Pero la situación no ha mejorado en los
días posteriores. EE.UU. alega que Putin ha añadido de hecho más tropas desde ese
anuncio, y el viernes 18 de febrero el presidente de EE.UU., Joe Biden, dijo
que está “convencido” de que Rusia ha decidido invadir Ucrania en los
próximos días o semanas. “Creemos que tendrán como objetivo la capital de
Ucrania, Kiev”, dijo Biden.

Sin embargo, las cuestiones de fondo que impulsan este enfrentamiento
siguen sin resolverse.

El conflicto tiene que ver con el futuro de Ucrania. Pero Ucrania es
también un escenario más amplio para que Rusia intente retomar su influencia en
Europa y en el mundo, y para que Putin consolide su legado. Estas son cosas muy
importantes para Putin, y aparentemente cree que solo puede lograrlas con la
fuerza, lanzando otra incursión en Ucrania, un acto que podría provocar decenas
de miles de muertes de civiles, otra crisis de refugiados en Europa y una
respuesta de los aliados occidentales que incluya duras sanciones que afecten a
la economía mundial.

Estados Unidos y Rusia han trazado líneas rojas que ayudan a explicar lo
que está en juego. Rusia presentó a EE.UU. una lista de exigencias. Putin
exigió que la OTAN detuviera su expansión hacia el este y negara el ingreso a
Ucrania, y que la OTAN redujera el despliegue de tropas en los países que se
adhirieron después de 1997, lo que supondría un retroceso de décadas en la
seguridad y el alineamiento geopolítico de Europa.

Como era de esperar, Estados Unidos y la OTAN rechazaron esas demandas.
Sin embargo, tanto Estados Unidos como Rusia saben que Ucrania no se convertirá
en un miembro de la OTAN a corto plazo.

Como mencionó Olaf Scholz, canciller alemán, el 14 de febrero en su
reunión con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, “Es extraño ver cómo
el Gobierno ruso está planeando como un gran problema político algo que
prácticamente no está en la agenda” haciendo referencia a la anexión de Ucrania
a la OTAN.

Ahora el mundo está observando y esperando a ver qué hará Putin a
continuación. Pues todos los días desde
hace semanas hay una actualización inesperada. Una invasión sigue pareciendo
una opción muy real. Aunque Moscú sigue negando tener planes de invadir,
incluso cuando advierte de una “respuesta militar-técnica” al
estancamiento de las negociaciones. Pero esta potencial guerra podría ser
devastadora para Ucrania, con consecuencias imprevisibles para el resto de
Europa y Occidente. Por eso, el mundo está atento.

Para entender a fondo el alarmantemente complicado conflicto entre Rusia
y Ucrania tenemos que revisar la historia. A continuación detallamos una
cronología del origen de las tensiones entre Rusia y Ucrania.

Febrero de 2010 – Víktor Yanukóvich, político pro ruso, es
declarado ganador de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales.

Junio de 2010 – El Parlamento vota a favor de abandonar las
aspiraciones de adhesión a la OTAN.

Noviembre de 2013: Decenas de miles de manifestantes salen a la
calle para protestar por la repentina decisión del gobierno de abandonar los
planes de firmar un acuerdo de asociación con la UE, y en cambio refuerza sus
relaciones con Rusia. Esto causa un revuelo social y se generan manifestaciones
bajo el lema “Ucrania es Europa”.

Noviembre de 2013: Las protestas “Euromaiden” estallan
en Kiev, la capital ucraniana, después de que el entonces presidente del país,
Víktor Yanukóvich, se negara a un acuerdo de libre comercio con la UE en favor
de un acercamiento a Rusia.

Febrero de 2014: Las protestas continúan extendiéndose por toda
Ucrania, con la policía disparando munición contra los manifestantes. El
Parlamento ucraniano vota la destitución de Yanukóvich y el Gobierno interino
prepara una orden de arresto contra el presidente destituido. Sin embargo,
Yanukóvich huye a Rusia, denunciando su destitución como un “golpe de
Estado”. Polarización en Crimea entre prorrusos y proucranianos, a causa
del reconocimiento de nuevas autoridades en Ucrania. A finales de mes, un grupo
prorruso toma las sedes del gobierno y parlamento de Crimea.

Febrero-marzo 2014: Las tropas rusas toman la península ucraniana
de Crimea y se apoderan del parlamento regional y de los edificios
gubernamentales.

Marzo de 2014: El Parlamento regional celebra un referéndum
sobre el estatus de Crimea apenas dos semanas después de que comience la
ocupación militar rusa. Más del 95% vota a favor de unirse a la Federación
Rusa. Rusia firma entonces un tratado con los líderes de Crimea para anexionar
formalmente la península. Con esto, Ucrania retira sus tropas de Crimea.

En respuesta, los líderes del G8 retiran a Rusia del bloque, que pasa a
llamarse G7. La anexión también es declarada ilegal en una resolución no
vinculante adoptada por la Asamblea General de la ONU.

Mayo 2014: confrontaciones bélicas entre prorrusos y
proucranianos. Se firma un referéndum separatista en medio de las
confrontaciones, y sin la observación internacional. Las ciudades del este de
Ucrania, Donetsk y Lugansk autoproclaman su independencia y piden su anexión a
Rusia.

Junio 2014: creación del cuarteto de Normandía (Ucrania,
Alemania, Rusia y Francia; importante para entender las negociaciones recientes
con Alemania y Francia). Rusia le corta el suministro de gas a Ucrania y le
exige un pago por adelantado.

Septiembre 2014: representantes ucranianos y prorrusos se
reúnen en Minsk, y después entra en vigor el alto el fuego.

Septiembre 2015: reunión entre Putin y Obama.

Octubre 2015: el Cuarteto de Normandía se reúne en una
cumbre en París para acordar la retirada de armamento tanto por parte de Rusia
como de Ucrania.

Julio de 2017: El acuerdo de asociación de Ucrania con la
Unión Europea es ratificado por todos los firmantes y entra en vigor el 1 de
septiembre.

Mayo de 2018: El presidente ruso Putin inaugura oficialmente
un puente que une el sur de Rusia con Crimea, acción que Ucrania califica de
ilegal.

Julio de 2019: El actor y comediante Volodymyr Zelensky es
elegido presidente de Ucrania en una votación aplastante, dando paso a una
nueva era de relaciones entre Ucrania y Rusia.

Noviembre de 2021: Las imágenes por satélite muestran una
acumulación de tropas rusas en la frontera con Ucrania, lo que aviva el temor a
una posible invasión. Zelensky también afirma que Rusia ha movilizado a 100.000
soldados en la zona fronteriza, junto con tanques y otros equipos pesados.

Diciembre 2021: Joe Biden advierte la implementación de
sanciones económicas a Rusia si esta invade Ucrania.

Diciembre 2021: Rusia publica borradores que exigen que la
OTAN termine sus actividades militares en Europa del este y no permite la
membresía de Ucrania y otros países que pertenecían a la Unión Soviética.

Enero 3 de 2022: Joe Biden asegura que Estados Unidos responderá
si Rusia invade a Ucrania durante pláticas telefónicas con el presidente
ucraniano, Volodymyr Zelenskyy.

Enero 10 de 2022: Rusia y Estados Unidos realizan pláticas
diplomáticas en Génova pero EUA no acepta las demandas presentadas por Rusia.

Enero de 2022: la OTAN incrementa su presencia militar en Europa del Este. Estados
Unidos, Canadá, Reino Unido retiraron sus misiones diplomáticas de Ucrania.
Alemania redujo el número de personal diplomático en su embajada en Ucrania

Enero 27 de 2022: el ministro de Relaciones Exteriores de
China, Wang Yi, dijo que las preocupaciones de seguridad de Rusia sobre las
crecientes tensiones en Europa por Ucrania deben “tomarse en serio” y que las
preocupaciones de seguridad de Rusia son legítimas.

Febrero 7 de 2022: Putin sostuvo una reunión con el presidente de
Francia, Emmanuel Macron.

Febrero 12 de 2022: Biden y Putin realizaron una
videoconferencia. El presidente estadounidense dijo que una invasión rusa de
Ucrania causaría “un sufrimiento humano generalizado” y que Occidente
estaba comprometido con la diplomacia para poner fin a la crisis, pero
“igualmente preparado para otros escenarios”.

Putin se quejó en la llamada de que Estados Unidos y la OTAN no habían
respondido satisfactoriamente a sus demandas de que se prohibiera a Ucrania
unirse a la alianza militar y que la OTAN retirara las fuerzas de Europa del
Este.

Febrero 15 de 2022: Rusia anunció que retiraría algunas tropas de
la frontera con Ucrania. El mercado repunta trás la noticia. El canciller de
Alemania, Olaf Scholz se reúne con Putin.

Febrero 18 de 2022: Biden reitera que Putin está decidido a invadir
Ucrania en los próximos días.

Febrero 21 de 2022: Putin firmó decretos de reconocimiento de las
regiones separatistas la República Popular de Donetsk y la República Popular de
Luhansk. Estas regiones surgieron en 2014 como se mencionó anteriormente, sin
embargo, ni Ucrania ni Rusia reconocieron a estas regiones, hasta hoy.

Justo cuando el mundo cree que las tensiones no pueden aumentar más,
Putin nos sorprende. Biden, Macron y Scholz han condenado dicha acción y
amenazado con más sanciones. La última noticia es que Estados Unidos afirma que
Putin está desplegando tropas rusas en ambas regiones separatistas, Donetsk y
Luhansk.

En conclusión, Rusia se anexionó la península de Crimea y
respaldó una rebelión liderada por separatistas prorrusos en la región oriental
de Donbás en 2014. (El conflicto en el este de Ucrania ha matado a más de
14.000 personas hasta la fecha).

El presidente Barack Obama, evitando una mayor escalada de tensiones con
Rusia, tardó en movilizarse diplomática y militarmente para apoyar a Ucrania.

Pero la premisa de una Europa post soviética también está contribuyendo
a alimentar el conflicto actual. Putin ha estado obsesionado con recuperar su
imperio, perdido con la caída de la Unión Soviética. Y Ucrania es el centro de
esta visión. Putin ha dicho que los ucranianos y los rusos “eran un solo
pueblo, un solo conjunto”, o al menos lo serían si no fuera por la
intromisión de fuerzas externas (como Occidente) que han creado un muro entre
ambos.

Ucrania no va a entrar en la OTAN en un futuro próximo, y el presidente
Joe Biden así lo ha manifestado. El núcleo del tratado de la OTAN es el
artículo 5, un compromiso de que un ataque a cualquier país de la OTAN es
tratado como un ataque a toda la alianza – lo que significa que cualquier
compromiso militar ruso a Ucrania, teóricamente llevaría a Moscú a un conflicto
con Estados Unidos, el Reino Unido, Francia y los otros 27 miembros de la OTAN.

Sin embargo, Ucrania es el cuarto mayor receptor de fondos militares de
EE.UU., y la cooperación en materia de inteligencia entre ambos países se ha
profundizado en respuesta a las amenazas de Rusia.

“Putin y el Kremlin entienden que Ucrania no formará parte de la
OTAN”, dijo Ruslan Bortnik, director del Instituto de Política de Ucrania.
“Pero Ucrania se convirtió en un miembro informal de la OTAN sin una
decisión formal”.

Por eso Putin considera que la orientación de Ucrania hacia la UE y la
OTAN (a pesar de que la agresión rusa tiene mucho que ver con ella) es
insostenible para la seguridad nacional de Rusia.

Sin embargo, la Casa Blanca mantiene la esperanza de una resolución
diplomática, incluso mientras se prepara para imponer sanciones a Rusia, enviar
dinero y armas a Ucrania y aumentar la presencia militar estadounidense en
Europa del Este.

En 2014, Putin desplegó contra Ucrania tácticas no convencionales que
han llegado a conocerse como guerra “híbrida”, como las milicias
irregulares, los ciberataques y la desinformación. Estas tácticas sorprendieron
a Occidente, incluidos los miembros de la administración Obama. También
permitió a Rusia negar su participación directa. En 2014, en la región de
Donbás, unidades militares de “hombrecillos verdes” -soldados
uniformados pero sin insignias oficiales- se desplazaron.

El mundo está observando a Putin, como si todo dependiera completamente
de él. Pareciera que tiene varias opciones. Se puede retirar y decirle al mundo
que solo estaba bromeando, puede atacar y comenzar una guerra en Europa a pesar
de tener la desventaja militar y económica. Realmente vivimos un momento en el
que nadie sabe qué va a hacer Vladimir Putin. ¿Tiene un plan estratégico aún
mejor que el de 2014? ¿O solo perdió la cordura?

Este es el rincón en el que se ha metido Putin, lo que hace que la
retirada de Rusia sea difícil de imaginar. Eso no significa que no pueda
ocurrir, y no elimina la posibilidad de algún tipo de solución diplomática en
la que Putin pueda declarar la victoria sin que Occidente cumpla todas sus
demandas. Tampoco elimina la posibilidad de que Rusia y Estados Unidos se
queden atrapados en este punto muerto durante más tiempo, con Ucrania atrapada
en medio.

Pero eso también significa que la amenaza de guerra en Ucrania sigue
existiendo. Sin embargo, para los ucranianos así es la vida desde hace muchos
años.

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