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YAS MINtió

Jorge Valladares Sánchez
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Por: Jorge Valladares Sánchez.*

En Facebook y en Youtube: Dr. Jorge Valladares.

YAS MINtió.
ESQUIVó La Tesis con una Tesina.

Tan
contento que estaba yo en los últimos días del 2022. Escribiendo mi artículo de
fin de mes sobre las cosas que pasan en nuestro México… Como cosa rara, el
título llegó primero y fácil: PLAGIO. Como cosa extraordinaria, parecía que al
fin la Suprema Corte de Justicia de la Nación mostraría prisa porque se
resuelva el caso de un delito denunciado, ya que la acusada pretendía
presidirle.

Es
tristemente destacable que el tema  de
Yasmín Esquivel Mossa (Yas para los cuates) haya sobrepasado ya el mes de
presencia mediática, y amerite que le dedique este segundo artículo, luego de 4
años en que la esquizofrenia gubernamental nos ha tenido permanentemente distraídos
con temas amlosintónicamente irrelevantes, hilarantes, grotescos y ofensivos
que no duran más de una semana sin ser rebasados por otro de similar tenor.

El 21 de
diciembre de 2022 Sheridan acusó de plagio de tesis y corrupción a Yas y puso
en tela de juicio su honestidad y ética. Ese mismo día Yas mintió diciendo que eso era “totalmente falso”. La asesora de Yas mintió afirmando que le constaba la
originalidad de esa tesis (y de todas las otras igualitas, que ella dirigió).

El 26 de
diciembre Andrés Manuel, decretó que todos sabemos que sí era una copia, “de
eso no hay duda”. Y “todos sabemos” que lo que él diga es lo que en realidad
pasa en nuestro País. Yas mintió
horas antes afirmando que fue plagiada, pues escribió su tesis dos años antes de
publicarla y la entregó un año después de que se publicara otra igual.

La UNAM ha pasado de ver un “alto nivel
de coincidencias”, a “una copia sustancial”, a que “carece de mecanismos”, y que
lo resuelva la SEP, a que “no actuará en forma apresurada”, y a que “sin
apresuramientos” el Comité de Ética determinará opciones y acciones para
sancionarle. Yas mintió afirmando
que no tiene nada de que avergonzarse; pues el cinismo alcanza para no sentir,
pero no para no “deber sentir”.

Lo bueno de ser quien escribe, es que
puedo meterme a esta historia, y decir que me parece increíble que haya quien a
esta fecha siga preguntándose si Yas mintió
o no al negar el plagio. En el artículo del mes pasado dejo a la vista el
análisis realizado directamente a ambas
tesis, como revisor de tesis que soy, sin apreciaciones, ni posturas.

Punto a
punto, en un cuadro comparativo, dejo a la vista los elementos para entender
que ella transcribió (o pidió a alguien transcribir) tal cual la tesis de Báez.
No es siquiera el 90% de similitud que por ahí se ha comentado, es algo mucho
peor. Es copia total y las excepciones son precisamente la evidencia técnica más
clara del plagio, pues sucede esto que cualquier profesional revisor de tesis
puede ver (si se ocupa de leer ambas tesis, claro):

1.     En introducción, capítulo 1 y capítulo 2 hay una copia
idéntica palabra a palabra. Sólo reduce ligeramente la extensión eliminando 3
párrafos y recortando 6 que abundan en lo ya dicho. Ejemplo, si Báez enlista
las instituciones que atienden un asunto ella menciona un par y recorta
diciendo: “y otras”.

2.     Su capítulo 3 copia idénticas 42 de las 96 páginas de
Báez. Las 54 páginas omitidas contienen la totalidad del trabajo de campo,
análisis y argumentaciones realizadas por Báez. A pesar de ello copia
literalmente los párrafos finales donde afirma que se comprueba la tesis
planteada (hipótesis debió decir).

3.     En consecuencia, su capítulo 4 reproduce idénticas 28 de
las 45 páginas donde Báez plantea elementos que limitan y podrían dar pie a un
sindicato para empleados de confianza, dejando sólo lo elemental y no empírico.
Y añade dos páginas de las 4 que Báez incluye en el 5 (sobre su postura
personal), en las que elimina toda referencia al trabajo empírico y reformula
algunas frases para que no aludan a esa parte omitida.

4.     Para el capítulo 5 Báez hace un análisis crítico y
expresa su postura personal. Mientras que Yas, se limita a copiar literalmente
las 12 conclusiones.

5.     Siendo una copia donde sólo se eliminó lo empírico,
reescribe idénticas las citas y el total de fuentes.

6.     Es curioso que los únicos cambios de frases son:

a.     usar un plural, donde Báez usó singular (hemos adoptado
vs he adoptado).

b.     Dar formato distinto a dos cuadros (contenido idéntico).

c.     Cambiar el año en la frase: “porque la crisis económica
actual, año de 1987, ha ahondado la
crisis política, que…”. para adecuarla a su año de publicación, pues Báez
indicaba 1986.

d.     Añadir agradecimientos y dedicatorias. Báez no hizo eso.

7.     El título no es idéntico como se ha afirmado, pero
tampoco es simplemente parecido, hay un giro simple que representa la única
aportación de Yas a la tesis: mejorándola. Todo el documento busca de fondo
poner a la vista que los trabajadores de confianza de diversas dependencias deberían,
de hecho y derecho, contar con un sindicato efectivo. Báez se equivocó (y la
asesora no le corrigió) al usar el singular “Inoperancia del Sindicato de los…”
y con ello es ambiguo lo que aborda la tesis. Yas (o su asesora) corrigen esto
un año después, usando el plural “Inoperancia de los Sindicatos de los…”.

En los
medios, inicialmente se puso el peso de la evidencia del plagio en la fecha de
entrega de la tesis y la “similitud” que ya vemos que es identidad. Días
después alguien que sí leyó detectó el dato mencionado en el punto 6C; aunque era
innecesario cambiarlo al plagiar, se volvió en contra de Yas cuando afirmó
haberla escrito en 1985.

Pero la evidencia medular y contundente
del plagio está en un tema técnico que escapa a los ojos de quienes no han
hecho tesis o las hicieron sin plena conciencia, y en especial porque en esos
años las tesis tenían una importancia y metodología que desaparecieron con la
maldita posmodernidad.

Lo que deja claro el manejo del
capítulo 3, y en complemento el 4, es que Yas (creo que ella, aunque alguien
más se la hubiera transcrito) se dio cuenta que no tendría manera de defender
que había hecho el trabajo empírico de acercamiento a trabajadores de
confianza, que sí hizo Báez; porque tendría que tener los elementos técnicos y
las respuestas de ese proceso. Y podría ser cuestionada durante su examen
profesional sobre ese aspecto y no tendría forma de responder, más allá de
repetir lo escrito; se le podría preguntar sobre la técnica de análisis en
contraste con otras posibilidades. Y optó por la vía fácil: esquivar el problema, no copiando todo
elemento que fuera parte de lo empírico.

Allá en esos años las tesis eran
necesarias en prácticamente todas las licenciaturas, a diferencia de ahora, que
la decadencia y comercialización educativa lleva ya un par de décadas usando
con aceptación social cualquier otra manera de entregar un título, “sin
complicarle la vida a los muchachos/as”. Lo que permitía entonces a una escuela
facilitar la titulación era aceptar además de tesis la llamada tesina; una
manera burda de decir: “si no aprendiste a hacer trabajo empírico o no quieres
hacerlo” tienes esta opción.

En una
tesina se valía sólo hacer revisión documental y procurar plantear desde allí
la comprobación de una hipótesis o al menos reflejar la postura del aspirante a
profesional sobre el tema. Pero le tenían que cambiar el nombre, la categoría
de documento. Yas mintió al llamarle
tesis a su tesina, copiada de una tesis. Queda a la vista que también en eso
fueron cómplices su directora, sínodo y revisores, que nada dijeron de como esquivó el requisito.

Lo dicho del punto 7 sí es una
aportación del documento de 1987, pues el título de un trabajo es muy
importante y fue mejorado en esa segunda publicación. Pero es la cereza del
pastel en la confirmación del plagio, pues sería bastante lamentable sumar la
estupidez a la corrupción y deshonestidad. Es un mejor título porque se
corrigió sobre el otro impreciso, ya existente y publicado.

He afirmado que la buena Ministra, por
su caso empieza… Y nuestra conocida Yas tiene un nombre que se presta igual
para combinarlo con Yas Ministra,
que con Yas Mintió. Me queda claro
lo segundo y cada vez crece más el cuestionamiento a lo primero.

Coincido con quienes opinan que no debe
seguir en el cargo de Ministra. Difiero en cuanto al motivo que creo indica la
mayoría. Cometió un plagio, deshonestidad, corrupción y faltas a la ética
cuando era estudiante, pero las consecuencias de ello, 35 años después dan pie
a todo el jaloneo mediático en que nos tienen. Y hasta alcanza para “el pecado
de juventud” que, entre otras ocurrencias, nos indica Andrés Manuel que debemos
considerar. Es curioso que para ser Ministro de la SCJN el requisito sea de 35
años y ese sea el tiempo transcurrido desde “el pecado”.

En el presente, estando en el cargo más
alto para un/a jurista, consciente de lo que hizo, sabedora de que ya es
evidente para la sociedad, Yas mintió
de nuevo; su comportamiento ante su propio caso ha sido anti ético, vergonzoso,
desleal, alevoso, ventajoso, aunque no muy premeditado, si consideramos lo
errático.

Esquiva
las consecuencias de sus actos pasados, pues efectivamente es incierto el marco
desde el que se le puede juzgar (jurídicamente) y luego de tantos años cabe más
tolerancia que la que todas las instancias tienen habitualmente para multitud
de casos de corrupción y deshonestidad presentes. La UNAM, la mismísima SCJN, no
muestran mayor intención de aplicarle ley alguna. ¿Alguien espera de diputados
o senadores alguna acción? ¡Je! Del Presidente, ni procede; ni hablemos.

Esquivan
(ella y la SCJN) la realidad de que hoy Yas
min
ó y no goza ya de buena reputación, que era requisito para ser electa…
¿y no para permanecer? Y su honorabilidad, si existió, se extinguió con la
forma en que ha procedido.

Hay quienes, con la timidez que suele
acompañar a la inocencia, afirman que la
mejor salida es que Yas se vaya, renuncie o pida licencia, como un acto de
decoro (pureza, honestidad) y pundonor (impulso a mantener la buena fama). No
lo creo necesario de razonar, pero va: si para graduarse esquivó el trabajo, copiando de la manera más tosca (poco
trabajada) y coludida (pacto ilícito) para que se le aceptara sin traba lo
copiado, ¿cabe esperar esa salida? Ya hasta quien preside el Senado se ha
atrevido a decirlo.

La ética no impulsó a Yas en el pasado,
no procede esperar que lo haga ahora; es evidente que no sucede, ¿porqué
empezaría a pasar? ¿Su esposo podría motivarla? ¡Je! ¿Su protector, Andrés
Manuel, y con cuyo proyecto (él asegura) Yas simpatiza, va a motivarla? Ni la
risa cabe.

La página web de la SCJN miente al
afirmar, en la reseña de Yas, que ella ha demostrado su vocación por la
justicia y el servicio bajo un régimen estrictamente ético; probablemente ese
texto lo dio ella, y ya sabemos que Yas
min
tió, en eso también.

Tres semanas antes de este paciente
escándalo, Yas presentó en la FIL de Guadalajara un libro que, posiblemente,
coordinó y en el que, aparentemente, escribió, llamado “La Infancia, Futuro del
Mundo. Retos y Propuestas de Protección para las Nuevas Generaciones”. Allí
dijo que dedicaba esa obra a cinco niñas y niños que vivieron en su hogar al
complicarse la situación de los albergues infantiles durante la emergencia
sanitaria por COVID-19. “Niños que nos dejaron a mí y a mi familia, muchas
enseñanzas y crecimiento emocional”, expresó.

Digo “posible y aparentemente” porque
ya sabemos que la cabra tira al monte, y pues… Y si me dicen que la dedicatoria
debería dejarme ver que la autoría o coordinación es genuina, pues recordemos
que su tesina (asumida como tesis, por ser copia de una que sí lo fue) tuvo
dedicatorias que muestran el nivel de cinismo que, al menos en su juventud,
podía alcanzar.

Le plagio (pues entre gitanos…) la
frase de cierre de un artículo que le publicó el Universal en el Día del Niño
de 2021:

Aunque
suene trillado, las niñas y niños representan el futuro México. De cómo crezcan
y se desarrollen dependerá que nuestro país sea una nación esplendorosa o una
acre referencia a la inhumanidad.

No sabes, Yas, cómo deseo que sea
genuina tu dedicatoria a esos niños/as, honesta tu frase sobre el futuro de
nuestros niños/as mexicanos… y ellos/as sí te motiven… y suceda lo inesperado:
poder leer mañana o pronto que, en un arrebato de inesperada ética Yasmín
Esquivel Mossa, deja de ESQUIVar su
responsabilidad, YA Se disculpó por
mentir, YA Se va del cargo y YA Se acabó esta noticia.

Eso no le daría esplendor a nuestra
nación, pero sí impartiría un granito de justicia y le regresaría el total de
los titulares a nuestro buen Andrés Manuel para seguir con lo suyo.

————————————————–
*Jorge
Valladares Sánchez

Papá, Ciudadano,
Consultor.
Doctor en Derechos
Humanos.
Doctor en Ciencias
Sociales.
Psicólogo y
Abogado

Jorge Valladares Sánchez
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