Por: Cristina Padín
Tal vez nacieron donde las aldeas son bellas y mágicas..
sagradas y llenas de recovecos en los que una historia puede tener mil finales
y algún principio.. puede que nacieran a la vera de la lumbre que ilumina el otoño..
entre los cuentos y las castañas… en poblaciones en las que el calor terroso
acalora los sueños y el frío gélido dibuja la nieve.
Tal vez..
O no. O quizá nacieron los niños esos en una ciudad, incluso
puede que en una relevante.. y hasta pudo ser la capital de España: Madrid. Puede
que jugaran con capotes, los que trenzan en rosa faenas de fantasía; puede que
sintieran el valor en la sangre y la fuerza en el alma.. tal vez callejearon
plazas y parques con una muleta en el corazón..
Tal vez..
Lo que une a esos niños es la valentía. El ole que susurra el
esfuerzo de lo bien hecho. La entrega y el anhelo de ser y de estar y de
trabajar.. y de conseguir metas. Y de seguir con humildad y verdad… Esos niños
de aldea.. tal vez.. o del centro de una ciudad inmensa.. no se miran en
influencers ni en postureos.. se miran en tesón, emoción y pasión..
Niños que son seres de ley. De valor.
A las personas valientes
Al toreo
A Juli
A las aldeas sagradas
A los que hacen las cosas bien
A Luis
A mi amiga Ascen y mi amiga Belén
A los cuentos de lareira (soy gallega)
A casi todos los gallegos