El equipo de campaña de Hillary Clinton pensó en utilizar el oleoducto Keystone como medio de “desviar” la atención de la polémica sobre los correos electrónicos de la exsecretaria de Estado, según documentos revelados por Wikileaks.
El proyecto de oleoducto, finalmente abandonado por el gobierno de Barack Obama en noviembre de 2015, centró el debate sobre energía y medio ambiente en Estados Unidos y fue ferozmente combatido por el rival de Clinton en las primarias demócratas, Bernie Sanders.
Pocos meses antes de esa decisión, en agosto, uno de los asesores de Clinton se preguntó acerca de la mejor forma de exponer la oposición de la candidata presidencial demócrata al oleoducto Keystone, ya que hasta ese momento jamás se había pronunciado sobre el asunto.
“Buscamos un buen modo de filtrar su oposición al oleoducto sin que tenga que decirlo ella misma”, sugirió el asesor Dan Schwerin.
Uno de sus colegas propuso una solución diferente: revelar públicamente su oposición. Esto “suscitaría críticas pero podría ayudar a desviar la atención de los correos electrónicos”.
La polémica sobre el servidor privado usado por Clinton cuando era secretaria de Estado estaba entonces en su apogeo, lo que la obligó en septiembre a pedir disculpas en público.
La aspirante demócrata expuso finalmente en público su oposición durante un mitin de campaña a fines de septiembre de 2015.
Los mensajes electrónicos publicados por Wikileaks revelan asimismo las dudas de la candidata durante las primarias sobre su apoyo a una ley que separa los bancos comerciales de los bancos de inversión, uno de los caballos de batalla de Bernie Sanders y del ala izquierda del Partido Demócrata.
“Comprendo que nos exponemos a la acusación de no ser sinceros si ahora ‘cambiamos’ de posición (y Clinton pasaba a defender esa ley), pero también nos expone a riesgos políticos”, indicó una asesora, que temía que una influyente senadora se pasara a las filas de Sanders.
Clinton se negó finalmente a defender el proyecto de ley.
El equipo de campaña de la candidata acusó luego a Wikileaks de hacerle el juego a Donald Trump en la carrera a la Casa Blanca.