Las contramedidas de la Unión Europea (UE) contra los pesados aranceles al acero y aluminio europeos impuestos por Estados Unidos, que podrían afectar a productos como los jean o el bourbon, estarán listas en julio, ha anunciado este miércoles el vicepresidente del ejecutivo comunitario Maros Sefcovic.
La Comisión Europea “aprobó hoy la decisión de imponer derechos adicionales a la lista completa de productos estadounidense notificada a la Organización Mundial del Comercio (OMC)”, ha indicado en rueda de prensa Sefcovic, tras una reunión del colegio de comisarios. El proceso para imponer aranceles adicionales a determinadas importaciones desde Estados Unidos terminará a finales de junio, “en coordinación” con los 28 países de la UE, “para que los nuevos aranceles empiecen a aplicarse en julio”, ha agregado.
El presidente estadounidense, Donald Trump, ha decidido no prolongar la exención temporal otorgada en marzo a la UE, México y Canadá, y les impuso el pasado 1 de junio aranceles del 25% a sus exportaciones de acero a su país y del 10% a las de aluminio. Además de llevar el caso ante la OMC, los europeos han preparado una lista de productos estadounidense como una medida “de reequilibrio” por la decisión estadounidenses, que afecta a las exportaciones de la UE “por valor de 6,400 millones de euros”, según la Comisión.
Productos valorados en 3,300 millones de dólares
Bruselas, que asume la política comercial de la UE, prepara así una primera lista para aumentar las tarifas a “productos estadounidenses valorados en 2,800 millones de euros -3,300 millones de dólares- de comercio” como los jean, las motocicletas o el bourbon, entre otros productos agrícolas e industriales. “Es una respuesta mesurada y proporcionada a la decisión unilateral e ilegal de Estados Unidos de imponer aranceles a las exportaciones europeas de acero y aluminio”, ha subrayado en un comunicado la comisaria europea de Comercio, Cecilia Malmström.
Malmström, que negoció sin éxito con Washington para intentar lograr una exención permanente, ha defendido que “la reacción de la UE se ajusta plenamente” al derecho internacional y ha lamentado que Estados Unidos “no haya dejado otra opción [a los europeos] que salvaguardar [sus] intereses”