El ejecutivo de Hong Kong va a prohibir próximamente que se lleven máscaras en las manifestaciones, al cabo de cuatro meses de una inédita crisis política en la excolonia británica, indica el jueves la prensa local.
Ni el gobierno central chino ni el ejecutivo local, alineado con Pekín, han logrado poner fin a cuatro meses de enfrentamientos entre militantes prodemocracia y fuerzas de seguridad, a veces de extrema violencia.
La movilización empezó contra un proyecto de ley sobre la extradición a China, ya retirado, y se amplió después a demandas de mayor democracia y contra la injerencia de Pekín en los asuntos locales.
Para no ser identificados y evitar acciones judiciales, los manifestantes llevan máscaras, además de cascos o anteojos especiales para protegerse de los gases lacrimógenos.
Según el South China Morning Post, el ejecutivo local espera disuadir a los manifestantes al invocar una ley de urgencia que data de la época colonial y que no requiere un voto del legislativo local.
Las informaciones de prensa sobre una posible prohibición de portar máscaras fueron celebradas por la bolsa de Hong Kong que cerró este jueves en alza de 0.3%.