La reciente imposición de aranceles por parte del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha generado preocupación en México y Canadá debido a sus posibles repercusiones económicas. A partir de este sábado, Estados Unidos aplicará aranceles del 25% a las importaciones provenientes de México y Canadá, y del 10% a las de China.
México, cuyo 80% de exportaciones se dirigen a Estados Unidos, podría enfrentar una recesión económica, cierres de fábricas y despidos masivos, especialmente en los sectores automotriz y agrícola. El 63% de los vegetales y la mitad de las frutas que Estados Unidos importa provienen de México.
Canadá también se verá afectada, con una proyección de reducción económica entre el 2% y el 2.6% anual, poniendo en riesgo alrededor de un millón de empleos en las industrias automotriz y petrolera. Actualmente, Canadá suministra el 80% del crudo que Estados Unidos importa.
Aunque China enfrenta un arancel del 10%, su economía diversificada y su acceso a múltiples mercados mitigan en parte el impacto negativo.
Estas medidas también tendrán consecuencias para los consumidores estadounidenses, quienes podrían experimentar incrementos en los precios de frutas, vegetales, automóviles y combustible. Además, se anticipa una desaceleración en el crecimiento económico de Estados Unidos, con una proyección de 200,000 millones de dólares menos durante la administración Trump.
La Unión Europea podría ser la próxima en enfrentar aranceles similares, lo que aumentaría la incertidumbre en sectores como el aceite de oliva y el automotriz.
Estas políticas proteccionistas están generando tensiones en las relaciones comerciales internacionales y podrían tener efectos significativos en la economía global.
