La Policía de Hong Kong ha anunciado la detención de 27 personas, presuntamente vinculadas a una red internacional de estafas románticas que utilizaba inteligencia artificial (IA) para manipular a sus víctimas y despojarlas de más de 46 millones de dólares. Según las autoridades, los estafadores usaban “deepfakes” para crear falsas identidades, principalmente de mujeres atractivas, con el objetivo de ganarse la confianza de hombres en varios países asiáticos, desde Taiwán hasta India.
El modus operandi de los estafadores comenzaba con un simple mensaje de texto, en el que una mujer afirmaba haberse equivocado de número. A partir de ahí, los delincuentes entablaban relaciones sentimentales con las víctimas a través de videollamadas, utilizando tecnología ultrafalsa para dar la impresión de que estaban hablando con una persona real. Estas relaciones solían prolongarse durante meses, hasta que los estafadores convencían a las víctimas de invertir en plataformas fraudulentas de criptomonedas.
En una rueda de prensa, la Policía de Hong Kong informó que la banda operaba desde un centro logístico de 4.000 metros cuadrados en el distrito de Hung Hom, donde fueron arrestados 21 hombres y seis mujeres, todos acusados de conspiración para estafar. Los detenidos, cuyas edades oscilan entre los 21 y 34 años, contaban con altos niveles educativos, en su mayoría graduados en áreas como Tecnología y Medios Digitales. Según la investigación, muchos de ellos fueron reclutados tras asistir a universidades locales.
Además de trabajar con especialistas informáticos en el extranjero, la organización criminal estaba bien estructurada y dividida en departamentos. Cada fase de la estafa seguía un manual de formación diseñado para explotar “la sinceridad y emoción” de las víctimas, según informó la Policía en sus redes sociales. Entre los consejos del manual, se incluía la creación de personajes adaptados a las expectativas de las víctimas, inventar dificultades ficticias y construir una “hermosa visión” de un futuro en pareja para lograr que las víctimas invirtieran.
El término “deepfake” se refiere a la creación de videos y audios falsos mediante el uso de IA, lo que permite a los delincuentes simular conversaciones en tiempo real y suplantar la identidad de otras personas. Esta tecnología ha sido utilizada en diversas modalidades de estafa, pero el uso de deepfakes en fraudes románticos y financieros representa una amenaza creciente, según expertos.
Esta modalidad de estafa, conocida como “engorde de cerdos”, consiste en preparar a las víctimas durante meses, ganando su confianza para luego engañarlas y quitarles grandes sumas de dinero. En este caso, los estafadores lograron obtener más de 46 millones de dólares en toda Asia, haciendo que las víctimas invirtieran en una plataforma falsa de criptomonedas.
El éxito de la operación policial en Hong Kong se debió a una investigación que comenzó en agosto, después de que las autoridades recibieran información sobre las actividades de la banda. En la redada, la Policía confiscó más de 100 teléfonos móviles, 26.000 dólares en efectivo y varios relojes de lujo, todos vinculados a la estafa.
Las autoridades de Hong Kong han advertido que, aunque este tipo de delito no es común en la ciudad, la tecnología de deepfakes está aumentando los riesgos, y están en alerta máxima para prevenir futuras estafas. En este sentido, la Policía ha intensificado sus campañas de concienciación para advertir a la población sobre los peligros de las estafas telefónicas y en línea, que en el pasado han afectado principalmente a personas mayores.
Este no es el único caso reciente de estafas utilizando deepfakes. A principios de año, una multinacional británica de Hong Kong perdió 25 millones de dólares después de que un empleado fuera engañado por delincuentes que se hicieron pasar por el director financiero de la empresa utilizando tecnología ultrafalsa.
La Policía de Hong Kong continúa investigando el caso, mientras busca localizar a otros posibles cómplices en el extranjero. Las autoridades han instado a los ciudadanos a estar alerta y reportar cualquier actividad sospechosa relacionada con este tipo de fraudes.