Línea directa, por: Genoveva Castro Manzanilla
El 1 de julio, fecha
tan anhelada no solamente para la clase política, sino para la mayoría de los
mexicanos cumplió con las expectativas e incluso, en opinión de varios
analistas, más bien superó lo que esperaban en las dudas que habían ganado a
pulso el fuerte de la clase política mexicana. Hay que reconocer, detalles,
como los ofrecidos por los candidatos derrotados en la carrera a la presidencia
de nuestra nación, como José Antonio
Meade, Ricardo Anaya y Jorge Rodríguez, quienes, ofreciendo,
una muestra de civilidad y congruencia, reconocieron sin condiciones el triunfo
de Andrés Manuel López Obrador.
Puntos que, como se venía comentando, impactan buenas opciones para nuestro
modelo democrático, no solo en la visión interna, vaya, trasciende en el plano
internacional con esas acciones propias en la madurez y, de excelente nivel.
México contiene en su
espíritu la esperanza de que se mejoren las cosas tanto en el aspecto de
gobierno, como en la economía, pero que se vea de manera concreta en los
hogares y sus integrantes. El aspecto de seguridad nacional, espera superación
de muchas limitantes que han afectado el insumo de la paz social, reflejo de
constancias no atendidas sobre todo en los últimos años, según las expresiones
de la mesa conformada esta semana con la inclusión tanto de los enlaces de la
Ciudad de México con los agentes de los palacios que se entrelazaron
directamente con motivo de la votación que desplazó al PRI, en especial, en el
territorio nacional a un lugar nada destacado en comparación con las posiciones
que aún, a la fecha poseen, pero que ya se acerca también los cambios de estafetas,
electas.
Yucatán no fue ajena a
esa nueva conformación política con mayoría en los cuadros de MORENA, apenas 4
años de lucha electoral y ya instalada en la presidencia de la nación, según ha
expresado de viva voz y acoplado también en buen ver, el mismo titular del
Poder Ejecutivo Federal, Enrique Peña
Nieto. En esta entidad varias figuras de primer nivel acostumbradas a los
éxitos y sitios de honor, vieron caer sus aspiraciones de manera contundente.
Los yucatecos han soltado esa atadura de bipartidismo. Igual, como se adelantó,
existirán ya no dos fuerza políticas mayoritarias, quitando a los partidos
satélites, sino ya son tres de calado mayor.
MORENA en las razones
federales, PAN y PRI en ejes de gobiernos en el contexto de municipios, la capital
y el estado. El Ejecutivo Federal, el Estatal y los poderes Legislativos
federal y estatal combinarán en ese sentido las decisiones que acompañarán en
unos casos tres años, y, en otras figuras los próximos seis años. Los analistas
estacionados en la Ciudad de México y los agentes de los palacios en amena y
combativa reunión dejaron claramente que la historia moderna, ya contiene el
despertar de los ciudadanos con el acompañamiento de una decisión certera de,
incluso, cruzar las opciones a elegir. El sentido de los contextos que siguen
en las calificaciones y demás procesos de ley en material electoral, definirán
el porcentaje que se le asignará, en esta página de nuestra historia a esos
hombres y mujeres con la responsabilidad sabia de cumplirle a los electores
exclusivamente, alejados de las presiones y tentaciones de acciones diferentes.
Esperemos, observemos, para destacar lo necesario, coincidieron entre bebidas
para la ocasión nuestros unidos enlaces semanales.
Un punto realmente
lamentable, según expresaron, fue el manejo de las llamadas guerras sucias en
las manos de los estrategas aún con las viejas y lejanas prácticas de las
simpatías ciudadanas; que, en lo general, más bien, alimentan los capitales de
quienes les gusta engañar al oído a sus jefes, contratantes o ingenuos. Una de
las citas que se deben de ir disminuyendo ante la clara respuesta de rechazo de
los votantes a esos malos ejes de aplicación. Es más, indicaron, esas guerras
sucias en presuntas ocasiones son motivo para inflar el número de asistentes a
eventos de campaña, gastos reportados y una gama gruesa que podría prestarse al
manejo libre de varios presupuestos a disposición.
También recalcaron en
la misma mesa de análisis lo sano el que Joaquín Díaz Mena aliado de MORENA no
vaya a caer en esas curvas que marean y prestarse a ser la segunda voz de un
complejo decaído. Más bien se espera con más independencia y menos rencor,
fortalezca ese nuevo equipo político que logró alcanzar, aunque no le diera
para ganar la gubernatura de Yucatán. Dicen que, le faltó tiempo, un poco más
de recursos a la mano, sin embargo, el efecto López Obrador le permitió ese
acercamiento con del presidente electo, para nuevas aventuras que, no debería
desaprovechar, en aras de unirse al grupo que ya se va. En fin, sostuvieron,
cada quien decide, pero, si rectifica su vertiente que necesita convencer más a
los electores Díaz Mena, tiene un promisorio futuro.


