Cada 24 de febrero, México conmemora el Día de la Bandera, una fecha que rinde homenaje a uno de los símbolos más importantes de la nación. La bandera mexicana, con sus colores verde, blanco y rojo, representa la independencia, la unión y la sangre derramada por los héroes que lucharon por la patria.
La historia de esta celebración se remonta a 1934, cuando se estableció oficialmente el Día de la Bandera, aunque fue hasta 1940 cuando el entonces presidente Lázaro Cárdenas lo reconoció de manera formal. Desde entonces, esta fecha se ha convertido en una oportunidad para reflexionar sobre los valores que unen al pueblo mexicano y recordar el legado histórico que dio origen al país.
El diseño actual de la bandera se adoptó el 16 de septiembre de 1968, destacando en su escudo el águila devorando una serpiente sobre un nopal, inspirado en la leyenda de la fundación de Tenochtitlán. Este emblema no solo es un reflejo de la identidad nacional, sino que también representa la historia, la cultura y la soberanía de México.
Cada año, en esta fecha, se realizan diversas ceremonias cívicas en escuelas, plazas públicas y entidades gubernamentales, donde se rinde tributo a la bandera con honores y actos protocolarios. Además, es un momento propicio para inculcar en las nuevas generaciones el respeto y orgullo por este símbolo patrio.
El Día de la Bandera no es solo una celebración, sino un recordatorio del compromiso de los mexicanos con su país, su historia y su futuro. Representa la unidad y el sentido de pertenencia que une a la nación, más allá de las diferencias políticas, sociales o culturales. En cada ondear de la bandera, se plasma la lucha, la esperanza y la identidad de un México que sigue construyendo su historia