El Gobierno de Estados Unidos, bajo la administración del presidente Donald Trump, ha avanzado en sus planes para deportar a un grupo de inmigrantes indocumentados a Libia utilizando un avión militar estadounidense. Según informes de funcionarios estadounidenses, el primer vuelo podría realizarse esta semana, aunque aún enfrenta posibles obstáculos logísticos, legales o diplomáticos .
Libia ha sido ampliamente denunciada por organizaciones internacionales debido a las condiciones inhumanas en las que se encuentran los migrantes en sus centros de detención. Amnistía Internacional y Médicos Sin Fronteras han documentado casos de tortura, violencia sexual y esclavitud en estos lugares . La Organización Internacional para las Migraciones ha señalado la existencia de “mercados de esclavos” en el país.
La administración Trump firmó en enero una orden ejecutiva para facilitar acuerdos con terceros países que permitan recibir a solicitantes de asilo o migrantes con antecedentes penales. Además de Libia, se han considerado otros destinos como Ruanda, siguiendo estrategias similares implementadas por el Reino Unido .
El secretario de Estado, Marco Rubio, ha indicado que Estados Unidos busca ampliar los destinos de deportación más allá de El Salvador, enfatizando una preferencia por países más alejados. Hasta la fecha, la administración ha deportado a 152,000 personas y ha implementado medidas como multas y la amenaza de encarcelamiento para fomentar salidas voluntarias .
La comunidad internacional y diversas organizaciones de derechos humanos han expresado su preocupación por estas acciones, argumentando que deportar migrantes a países con condiciones tan precarias viola principios fundamentales de derechos humanos y pone en riesgo la vida de las personas afectadas.