Por: Marco Antonio Cortez Navarrete.
Hoy sábado 12 de diciembre de 2020 resulta ineludible hablar de la celebración a la Virgen de Guadalupe, este símbolo de Fe de millones de mexicanos se vio alcanzado por los estragos de la pandemia de COVID-19 que sigue latente e incluso amaga con una nueva ola de contagios que, por lo pronto, ya impactó a varios estados y hoy, de nuevo, está causando mucho daño a los habitantes del Valle de México, lugar, donde el subsecretario López Gatell ha dicho: “Vive casi una cuarta parte del total de la población del país”.
En efecto, por vez primera en más de 400 años, el atrio e interior de la Basílica de Guadalupe, en la Ciudad de México, lució diferente, en silencio y vacío. Este recinto sagrado, visitado para estas fechas por más millones de personas de todas las latitudes, lució únicamente iluminado con miles de veladoras y un enorme tapete artesanal elaborado en Huamantla, Tlaxcala, especialmente para esta ocasión.
Anoche, 11 de diciembre, las mañanitas a la Virgen de Guadalupe fue suplida solamente por la homilía a cargo de representantes de la Iglesia Católica Mexicana y es así como pasará a la historia esta celebración de 2020. Recordemos que hace unos días la propia Iglesia hizo un llamado de carácter urgente a todos los ciudadanos a limitar sus salidas, a quedarse en casa y a extremar las medidas de prevención ante un nuevo, acelerado y peligroso aumento de contagios de COVID-19, en todo el Valle de México.
Carlos Aguiar Retes, Arzobispo Primado de México, envió un mensaje al Sumo Pontífice, el Papa Francisco, para ofrecer la indulgencia plenaria a todos los mexicanos que, desde sus hogares, celebran a la Virgen del Tepeyac.
Ayer mismo, la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, alertó en varias ocasiones y por varios medios a los habitantes de la capital acerca de lo que llamó una situación de Emergencia por COVID-19 en la capital de la República, e incluso a preguntas de los reporteros omitió o eludió señalar el color del semáforo epidemiológico de Covid-19 para la ciudad.
Lo que sí dijo Sheinbaum Pardo es que la capital registra 4 mil 454 personas hospitalizadas por COVID-19 representando con este número el 74 por ciento de las camas de hospitalización dedicadas a las personas enfermas con el virus y, además, y sobre todo, la funcionaria advirtió que está a punto de alcanzarse el nivel máximo que se reportó el mes de mayo pasado que fue de 4 mil 573, es decir, apenas una diferencia de 119 pacientes.
Por esta razón la jefa de gobierno aseveró que más allá del color del semáforo (naranja, según la Secretaría de Salud) hoy en la ciudad y valle más poblado de la nación se vive una situación de “emergencia” y en ese sentido hizo un llamado, casi un ruego, para que los habitantes acaten cinco medidas esenciales para disminuir los contagios evitando un nuevo cierre total y con ello un colapso de la economía que, a estas alturas, resultaría “mortal” para el país entero.
Pasando al ámbito local, mi buen amigo y colega Ángel Ancona, de Telesur Yucatán, me explicó que anoche en la misa de las 22 horas en la Iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe, en popular barrio de San Cristóbal, ofició monseñor Pedro Mena Díaz, acompañado del párroco, Gilberto Pérez Ceh, acompañados de un reducido grupo de religiosas.
El sector donde se sitúa esta iglesia, que también recibe a miles de peregrinos de todas partes del estado e incluso de entidades vecinas, fue acordonado por elementos de la Policía Municipal y solamente algunas personas que pasaban por el lugar se persignaban y seguían su camino. Hoy sábado a las 8 horas en este mismo recinto católico, ofició el Arzobispo de Yucatán, Gustavo Rodríguez, acompañado del párroco, presbítero Gilberto, y una decena miembros de la liturgia.
En todo este marco de Fe hay una luz que muestra el final de un túnel oscuro y tenebroso, ayer México se convirtió en el primer país de América Latina en aprobar el uso de la vacuna de la Farmacéutica Pfizer contra el Covid-19 sumándose a Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, República de Baréin y Arabia Saudita.
La decisión fue tomada por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS) y calificada por Hugo López-Gatell quien dio la noticia” y sí, la definió como motivo de esperanza y tranquilidad ante la voraz pandemia que, para muchos, está sus niveles más altos. Y hablando de Gatell anoche, en lo personal, lo noté presionado, agobiado, cansado, y no es para menos.
Decía, líneas arriba, que ayer la jefa de gobierno capitalino en varias ocasiones y por varios medios urgió a la población del Valle de México a tomar medidas ante la situación de Emergencia que se vive en esa región. Sobre este mismo tema el subsecretario López Gatell consideró “hasta cierto punto intrascendente” que se pase de color naranja a rojo en el semáforo epidemiológico, porque está en alerta ante el incremento de hospitalizaciones.
“Es hasta cierto punto intrascendente: hay alerta por COVID-19, emergencia por Covid-19, ¿hay alguna duda?”, respondió con un tono claramente de molestia, de enojo, el funcionario quien de paso “suplicó” que la prensa, cualquier medio, ayude a México.
“El mensaje es el mismo: la epidemia está activa y del comportamiento que tengamos todos depende que se acelere o se desacelere”, agregó el estratega y líder en el gabinete presidencial para enfrentar la pandemia. López Gatell pidió a la población quedarse en casa y evitar fiestas o reuniones durante estas fechas de fin de año. “No basta con no salir a la calle, no hay que reunirse en este momento con amigos, con familiares o perfectos desconocidos. No importa quién sea, lo importante es no reunirnos”, añadió y recordemos que hasta anoche viernes México alcanzó ayer la cifra más alta de contagios reportados en un día, con 12 mil 253 casos, con lo que suman un total de un millón 229 mil 379 casos y 113 mil 19 decesos.
Hoy a las 12 horas, desde el Vaticano, el Papa Francisco, en misa desde la Plaza de San Pedro, Roma, y en su mensaje “Urbi Et Orbi” dejó en claro que los seres humanos necesitamos al señor como los antiguos marineros necesitaban a las estrellas. “Entreguémosle (A Él) nuestros temores para que los venza. En esta barca están todos, estamos perdidos, no podemos seguir cada uno por nuestra cuenta sino todos juntos”.
Recordó una frase de Jesús ante la situación actual que vive el mundo: ¿Por qué tenéis miedo, aún no tenéis Fe? La tempestad nos muestra como habíamos dejado dormido lo que nos alimenta, lo que da fuerza a nuestra vida, privándonos así de la inmunidad necesaria para hacer frente a la tempestad.
Hoy la Fe, está en casa, con cada uno de los nuestros y en cada corazón. La Fe, mueve montañas.
Hasta la próxima. Cuídense mucho. Abrazos.