Por: Alan Javier Contreras Castillo / Politólogo.
En noviembre del año recién consumado, el ex presidente de la República, Felipe Calderón Hinojosa, hizo patente su separación del Partido Acción Nacional, con el cual había alcanzado la cúspide de las representaciones populares en México y en donde había militado por tres décadas. Los argumentos por los que abandonó al partido en comento son ya conocidos, pero algo que llamó la atención más allá de los eventos suscitados, fue la noticia sobre su intención de crear un nuevo instituto político. Hoy, a 22 de enero de 2019, sus intenciones van tomando forma.
El día de ayer, Margarita Zavala, esposa del ex mandatario y también ex aspirante a la Presidencia de la República registró a su asociación Libertad y Responsabilidad Democrática (‘Libre’) ante el Instituto Nacional Electoral (INE) para que se convierta en partido político, dejando fuera cualquier duda sobre su creación.
Para lograr el registro, se requieren reunir 240 mil firmas, la cuales, se empezarán a recabar a partir de febrero. Teniendo en cuenta la popularidad de Margarita Zavala y Felipe Calderón, lograr el objetivo de reunir las firmas, no será problema, más si tomamos en cuenta que la ahora asociación civil es financiada por 200 socios, incluido entre ellos el mismo Calderón.
Independientemente de los objetivos, ideología y estrategias que tiene a bien presentar dicha asociación aspirante a partido político, una cosa es cierta, Felipe Calderón, a mi juicio, ha sido uno de los mejores presidentes que ha tenido el país, por lo menos en materia económica. Entregar un país creciendo casi al 4% y con una inflación por debajo del 5% a pesar de haber sido sacudidos y azotados por la peor crisis financiera internacional y la recesión en Estados Unidos que inició en 2008, no fue tarea fácil.
Tomando en cuenta también su cercanía con el círculo rojo (nacional e internacional) y que hombres del prestigio de Agustín Carstens y José Antonio Meade por nombrar a algunos, fueron parte de su gabinete, un partido como al que aspira a convertirse “LIBRE”, se convertiría en un parteaguas en la coyuntura que se presenta ahora con un gobierno federal encabezado por MORENA y con un PRI en “restauración”. Sin duda la creación de un partido encabezado por perfiles intelectuales y sin un mote de “derecha” en cuanto a conservadurismo se refiere como en el caso del PAN, beneficiará la competencia política y partidista en México. Desconozco muchas cosas, pero algo si puedo asegurarles, vale la pena seguir de cerca la gestación de este partido.