Los objetivos principales de cualquier partido político en México son fundamentalmente, la obtención del poder público mediante los procesos electorales democrático por la vía del voto mayoritario de los ciudadanos, previa presentación de la plataforma ideológica y el plan de gobierno de sus candidatos a los distintos cargos de elección, entre otros compromisos.
Desde su fundación los partidos políticos han tenido la tarea permanente de ejercer el poder de la gestión pública y social para servir a sus simpatizantes y a la población en general.
Y ésto se entendía cuando los ciudadanos acudían a sus líderes para recibir las obras y los servicio a relacionados con la salud, educación, agua potable, vivienda, energía eléctrica, pavimentación y bacheo de calles, apoyos para el campo y otros màs h muy sentidos.
En tanto los asentamientos humanos se fueron expandiendo ; en el territorio local y nacional los vecinos se agruparon para la gestión de sus necesidades bàsicas; ahí surgieron los comités encabezados por aquellos que tenían el empeño y la perseverancia para hacer las diligencias que fueren necesarias, hasta la obtención de sus objetivos. A partir de lo anterior, los partidos se nutrieron de dirigentes que forjaron sus figuras, legítimaron sus liderazgos y confirmaron su presencia en el ànimo de la opinión pública.
Desde la atención personal, levantar un teléfono para iniciar tràmites, acompañar a los interesados ante la autoridad correspondiente y obtener la respuesta a lo solicitado, hasta entregar como gobierno las obras y los servicios por los cuales pugnaban partidos y sociedad, así funcionaba la tarea para
dar la cara y en su momento, asumir la representación mediante una candidatura y pedir el voto.
Así se ha entendido a lo largo de militar en un partido político, la esencia del servicio público que se iniciaba con las bases de la agrupación política que brindaba la oportunidad de ejercer el poder por la vía de la interacción. Pero ya son tiempos y formas diferentes.
La opinión pública generalizada acerca de los partidos es adversa a su funcionamiento y existencia. Puede haber escuelas o institutos de cuadros para forjar a las nuevas generaciones de políticos y servidores públicos, pero la realidad nos muestra que los cargos terminan convirtiéndose en botín para hacerse de recursos que permiten una vida de lujos diversos, extensas y numerosas propiedades inmobiliarias, viajes al rededor del mundo y màs……
El ejercicio del poder està desvirtuado en la corrupción y la impunidad. Ya no existe la mística del servicio a los demàs porque si se leen los estatutos, declaración de principios, programa de acción y código de ética partidaria, éstos no se llevan a la pràctica.
Los artistas y los deportistas quieren ser políticos. No sé si los políticos quisieran convertirse en actores o atlétas olímpicos. Las ganacias en dinero pueden ser muy diferentes.
Quizàs habrà quienes se rasguen sus ropitas y se jalen sus cabelleras con éstas opiniones; es parte de la libertad de decir los pensamientos como se perciben que son hoy, los aconteceres públicos.
Vale la pena reflexionar acerca de lo que està sucediendo hacia el interior de los partidos y no perder de vista que es importante tener muy claro el quehacer político basado en la honorabilidad personal y la seriedad del compromiso asumido para que se honre la confianza recibida y se entreguen buenas y limpias cuentas.
Habrà que rescatar la vida de los partidos políticos porque son los organismos que la sociedad se ha dado por medio de la ley para fortalecer la democracia como forma de vida,con sus riesgos, eso sí, pero que vale la pena correrlos.
Créanme que ha sido satisfactorio haber trabajado màs tiempo para el partido que para el gobierno.-
Luis Vela Sosa.