Por Marco Antonio Cortez Navarrete
Ante el embate de las redes sociales, que hoy alcanzan a más del 70 por ciento de la población en países como México, los medios de comunicación convencionales —prensa escrita, radio y televisión— enfrentan un escenario complejo, pero no por ello irrelevante.
Su papel ha cambiado, pero no ha desaparecido. En medio de la inmediatez, la desinformación y la sobrecarga de contenido que circula en redes, los medios tradicionales conservan una autoridad ganada a lo largo del tiempo, sobre todo en temas de verificación, contexto y profundidad.
Aunque ya no son los primeros en dar la noticia, son los encargados de explicarla, contrastarla y ponerla en perspectiva.
Además, la radio y la televisión siguen teniendo un alcance importante en comunidades rurales, sectores adultos y segmentos menos digitalizados, mientras que la prensa escrita se ha reconfigurado hacia lo digital, buscando adaptarse a nuevas audiencias sin perder su rigor editorial.
Hoy más que nunca, estos medios enfrentan el reto de reconectar con la audiencia a través de la credibilidad, el análisis profesional y la ética periodística, diferenciándose de la marea de información superficial y manipulada que abunda en plataformas sociales.
En resumen, su papel sigue siendo necesario: ya no como únicos emisores de información, sino como guardianes del contexto, la verdad y la responsabilidad informativa.
Hasta la próxima y bendiciones