En Estados Unidos, la preocupación por la inflación se ha intensificado entre la población, incluyendo a los republicanos. La Reserva Federal (Fed), responsable de gestionar las tasas de interés, está observando de cerca cómo los estadounidenses perciben el incremento de los precios.
Durante 2022, el país experimentó la peor inflación en décadas, con una tasa del 7,1% anual en noviembre, según el Índice de Precios al Consumidor.
Aunque en meses recientes se ha registrado una disminución en la inflación, la Fed teme que una inflación persistente pueda “desanclar” las expectativas de inflación o provocar un deterioro constante de la percepción de la inflación por parte del público.
Las expectativas de los consumidores en cuanto a la inflación han rondado el 3% desde mayo de 2021, medio punto porcentual más que su rango previo.
Esta persistencia en las expectativas inflacionarias es motivo de preocupación para la Fed, ya que podría influir en las decisiones de política monetaria futuras.
En resumen, la percepción de la inflación entre los estadounidenses sigue siendo un factor crucial para la Reserva Federal, que monitorea de cerca estas expectativas para orientar sus políticas económicas y mantener la estabilidad de precios en el país.