- Inician las actividades previas al Congreso Eucarístico Nacional 2019.
- Más de 1 300 personas de 53 diócesis asistieron al primer día del Simposio Teológico en el Multigimnasio Socorro Cerón.
Con el objetivo de motivar la reflexión sobre la necesidad de profundizar y renovar constantemente la fe en la Eucaristía para transformarla en acciones que favorezcan la vida pastoral y permitan construir una sociedad más fraterna y solidaria, la Arquidiócesis de Yucatán se honra en organizar la VII edición del Congreso Eucarístico Nacional del 18 al 22 de septiembre de 2019 en las instalaciones del Complejo Deportivo Kukulkán.
La primera jornada de reflexión en torno a la Eucaristía, inició con la Santa Misa presidida por Mons. Emilio Carlos Berlie Belaunzarán, Arzobispo Emérito de Yucatán y encargado de la Dimensión Episcopal para los Congresos Eucarísticos Nacionales. En el altar también estuvieron presentes: Excmo. Sr. Piero Marini, presidente del Comité Pontificio para los Congresos Eucarísticos Internacionales; Mons. Gustavo Rodríguez Vega, Arzobispo de Yucatán; Mons. Pedro Sergio Mena Díaz, obispo auxiliar de Yucatán; Mons. Pedro Pablo Elizondo, Obispo prelado de Cancún- Chetumal; Mons. José Francisco González, obispo de Campeche; Mons. Gerardo de Jesús Rojas, obispo de Tabasco; Mosn. Óscar Roberto Domínguez Couttolenc, obispo de Ecatepec; Mons. Maximino Martínez Miranda, obispo auxiliar de Toluca y Mons. Benjamín Castillo Plascencia, obispo de Celaya.
En su homilía, Mons. Berlie invitó a los asistentes seguir a Cristo, modelo perfecto de todas las virtudes; ejemplo y estímulo para enfrentar los desafíos, decisiones y relaciones. Además, hizo un llamado para aprovechar el Congreso Eucarístico y estar junto a Jesús, pues él mismo se quiso quedar en el sacramento de la Eucaristía.
Inmediatamente después de la celebración eucarística; en su mensaje de apertura del Simposio Teológico 2019, Don Gustavo Rodríguez Vega, Arzobispo de Yucatán y anfitrión del evento, invitó a los asistentes a ir contracorriente del pensamiento líquido y cada vez más secularizado. Comentó que para enfrentar los retos y evangelizar los espacios en donde los católicos se desenvuelven, deben alimentarse continuamente de la Palabra de Dios y sus sacramentos pues como el profeta Elías, necesitan ser alimentados por Él física y espiritualmente.
Para finalizar, comentó que el Simposio no es un espacio para escuchar novedades sino una pausa en el camino para fortalecer sus convicciones, su esperanza, fe y caridad, de modo que puedan traducirlas en hechos concretos en beneficio de nuestra sociedad.
La primera conferencia de este evento estuvo a cargo del Pbro. Dr. Mario Ángel Flores, rector de la Universidad Pontificia de México. Durante su ponencia, hizo hincapié en la necesidad de redescubrir la identidad de la Iglesia como instrumento por el que sigue la obra de salvación de Dios en la humanidad.
El doctor Flores, dijo que frente a la división, los católicos deben trabajar por la unidad, comenzando por evangelizar a los propios fieles y por recordar que la Iglesia no es para sí misma sino para los demás, por lo tanto debe ser afectiva y efectiva.
Comentó que frente a la fractura que vive la llamada cultura occidental, el cristianismo debe recuperar su misión apostólica que nace con el don del Espíritu Santo pues abandonarlo es convertirse en un grupo más de la sociedad, en este sentido, invitó al auditorio a abandonar la confrontación y buscar el diálogo interpretando desde la teología de los signos de los tiempos.
En esta primera jornada participaron cerca de 1300 personas, de 53 diócesis, entre los que estuvieron 74 ministros ordenados foráneos y 102 de la arquidiócesis de Yucatán.
Al finalizar las actividades del primer día, los asistentes rezaron juntos las vísperas dirigidos por Mons. Pedro Mena, obispo auxiliar de Yucatán.