Por Luis E. Roche
Me siento entusiasmado y esto lo genero en mi día. Reitero mi agradecimiento por esta oportunidad que se me da para compartir algo que te podrá ser de provecho en tu vida, así como es en la mía.
Los logros de una empresa son el resultado del conjunto de logros individuales que generan los que colaboran en ella. Esto hace que cualquier empresa sea un ser único e independiente. Depende de sí misma y cómo esté conformada con sus diferentes partes para lograr su propio éxito. Mucho de lo que determina lo que puede llegar a lograr una empresa es porque tiene un claro propósito de existir, tiene una misión, acompañada de una visión de cómo lograrlo, con los valores (actitudes) que le van a ayudar a lograrlo. Esto es único, como el ADN.
El comportamiento y desempeño de la empresa definitivamente depende de sus integrantes (desde los socios hasta los empleados), sólo que la conversación colectiva varía en cierto grado con las conversaciones personales de cada integrante. Es importante ante cualquier toma de decisión que los colaboradores puedan separar este tipo de conversaciones, de inquietudes sobre lo que es necesario para la empresa y lo que es necesario para ellos. Ya seas dueño de tu negocio o trabajes para alguien más, es necesario que puedas hacer dicha separación. Es claro que siendo empleado eres contratado por tus habilidades y capacidades para llevar a cabo los requerimientos del puesto donde te encuentres. A la hora de tomar decisiones debes de hacer consciencia sobre si tu elección es importante para ti o es para la empresa.
Al usar tus propios juicios debes de tener cuidado en revisar si es para el mayor interés de la empresa. Si actúas de manera que te dejas llevar por tus propios intereses sin respetar los de la compañía entonces se estará comprometiendo el avance que pudiera tener esta. Debes de tener claro que tus objetivos personales (y profesionales) no son los mismos que los de la empresa. Deben de estar alineados; sin embargo, no son iguales. La empresa tiene en sí un propósito específico que seguir que es guiado por una misión, una razón de ser, que es única y no tiene nada que ver contigo.
Claro ejemplo de esto es cuando al mejor vendedor lo nombran gerente de ventas porque es excelente en lo que hace. Saber vender no significa saber cómo llevar a un equipo de trabajo a metas específicas y poder administrar los recursos para lograrlo, sin embargo sucede. Esto puede afectar el desempeño de la empresa misma. No tener las capacidades necesarias generará una insatisfacción tanto en el nuevo gerente como con la gente a su cargo, donde se comprometerán las metas.
De otra forma, también sucede con los socios o dueños de empresas. Hacen acuerdos con otras empresas y con personas por el tipo de relación que tienen, basándose en la confianza recibida por las otras personas, pero realmente no es lo que requiere la empresa. Esto se traduce a posibles fallas en tiempos y formas en lo que recibe la empresa a cambio, pensando que la empresa no se verá afectada, y que las relaciones tienen mayor peso que los resultados que se puedan tener.
Recuerda que tus resultados hablarán de ti. Pero tu éxito en una empresa lo lograrás anteponiendo tus propias necesidades, para poder discernir qué es lo que más le conviene a la empresa, ya sea tuya o para la que trabajas. Debes de tener claro sus necesidades, qué es lo mejor para que la empresa cumpla su misión. Si lo logras, ese resultado también será tuyo.
Tú tienes el poder de controlar tu vida… ¡Úsalo!