La noticia de la muerte de la jueza Ruth Bader Ginsburg se difundió rápidamente el viernes por la noche cuando cientos de partidarios del presidente Donald Trump se reunieron en un encuentro electoral en un parque a las afueras de Milwaukee.
Los simpatizantes sacaron sus teléfonos y les dieron un codazo a sus amigos para que vieran sus alertas de noticias. Algunos brindaron con sus cervezas. Otros dejaron escapar sonrisas avergonzadas. Otros, sintiéndose desenfrenados entre devotos y fanáticos de Trump, vitorearon.
“Esto lo cambia todo”, señaló una mujer mientras cargaba en su automóvil una pila de letreros de jardín que decían “We Back The Badge” (“Respaldamos la placa”, en referencia a su apoyo a la policía) .
En conversaciones con más de una docena de votantes en Waukesha y el condado de Ozaukee, dos suburbios de Milwaukee críticos en la carrera presidencial, los habitantes de Wisconsin afirman que la muerte de Ginsburg sin duda ha cambiado las elecciones. Pero nadie puede ponerse de acuerdo sobre a quién beneficia.
Los partidarios de Trump dicen que la vacante en la Corte Suprema atraerá a sus bases electorales, mientras que los demócratas dicen que intensificará la importancia de elegir a Joe Biden. Los votantes indecisos apuntan que ya habían anticipado que Ginsburg se retiraría bajo una posible administración demócrata y que su muerte no ha afectado drásticamente a su evaluación de los candidatos.
“Estoy devastada”, declaró Deb Postl, de 64 años, jubilada de Port Washington, un suburbio de Milwaukee que se encuentra en el lago Michigan. Postl dijo que ella y su esposo estaban en casa viendo Netflix cuando comenzaron a recibir mensajes de sus amigos, la mayoría de los cuales son liberales, anunciandoles que Ginsburg había muerto.
“Creo que mis amigos han estado muy motivados. Realmente no sé cómo podríamos estar más motivados, pero tal vez esto nos empuje. Estoy aterrorizada de que continuemos esta espiral hacia el infierno si Trump gana de nuevo”, afirmó Postl.
Carol Lisowski, una partidaria de Trump de unos 50 años, dijo que confiaba en que una vacante en la Corte Suprema solo ayudaría a mantener el condado de Ozaukee en rojo, el color republicano.
“Yo ya iba a votar por Trump sin importar qué”, dijo mientras salía del mercado de agricultores local la mañana después de la muerte de Ginsburg. “Creo que esto podría ayudar a la gente a salir a votar, gente que tal vez no estaba segura de Trump y de cómo habla a veces, algo que entiendo”, agregó.
Pero su esposo, Rob Lisokwski, que no votó por ninguno de los candidatos de los principales partidos en 2016 y aún está indeciso, dijo que el asiento vacío en la Corte no lo estaba ayudando a acercarse más a una decisión.
“Va a ser una mierda. Ya es un desastre”, dijo sobre la pelea en Washington para reemplazar a Ginsburg. “No es un factor decisivo. No me empuja de ninguna manera. Siempre fue obvio que ella esperaba retirarse si Biden ganaba”, señaló.
La sabiduría convencional dice que el Partido Republicano sale ganando cuando la Corte Suprema es un tema de votación destacado, con muchos votantes de base motivados por la perspectiva de anular la ley que despenaliza el aborto desde el caso Roe vs. Wade de 1973.
Algunos estrategas políticos apuntan a la pelea de nominación de Brett Kavanuagh unas semanas antes de las elecciones al Senado de 2018 como la gracia salvadora de los republicanos, algo que les permitió expandir su control de la rama legislativa del Gobierno en lo que hubiera sido un año favorable para los demócratas.
Pero ese podría no ser el caso este año. Las encuestas muestran que Biden es visto de manera más favorable cuando se trata de elegir al próximo juez de la Corte Suprema.
En Arizona, Maine y Carolina del Norte, hogares de contiendas muy competitivas por el Senado, más votantes dijeron que confiaban en Biden que en Trump para nombrar un juez, según una encuesta del diario The New York Times y Siena College publicada la semana pasada, antes de la muerte de Ginsburg. Arizona y Carolina del Norte también son estados clave en el campo de batalla, y Biden lidera en ambos estados.
En la misma encuesta, los votantes que no respaldaban a un candidato de un partido principal o que dijeron que aún podían cambiar de opinión afirmaron que Biden sería mejor para cubrir la próxima vacante por un margen de 18 puntos, 49% frente a un 31%.
Una encuesta de Pew Research de principios de septiembre también reveló que el 66% de los votantes demócratas veían la Corte Suprema como “muy importante” en las elecciones, en comparación con el 61% de los republicanos.
Los votantes de importantes estados indecisos fuera de Wisconsin también indicaron que la muerte de Ginsburg es un factor de motivación para las elecciones de noviembre.
“Su muerte me envalentona, porque tengo miedo de tener un juez conservador adicional”, explicó Allan Goldberg, de 74 años, propietario de un negocio del sur de Miami. Goldberg dijo que vota por los demócratas y planea apoyar a Biden.
Pedro González, de 50 años, asistente de vuelo de Orlando, Florida, declaró que “como hispano y gay” su mayor temor es que Trump designe a alguien que pueda “cambiar el futuro del país”.
“Lo que esté en mi poder, lo haré”, concluyó González.
Tami Cash, de 53 años, residente de Punta Gorda en el suroeste de Florida, es una republicana de toda la vida que planea votar por Trump. El puesto vacante de la Corte Suprema tiene poco que ver con su apoyo.
“Alguien será nominado muy rápidamente. No creo que la mente de nadie se deje llevar por esto”, declaró.
Si bien la campaña de Trump podría tener la esperanza de que el escaño libre cree una oportunidad para desviar la atención de los votantes de la respuesta del presidente a la pandemia de coronavirus, Maryann Ebel, una católica antiabortista que se jubiló en el suburbio de Port Washington en Milwaukee, dijo que no era así y que es algo que no podría dejar pasar por alto en su elección. Ella planea apoyar a Biden.
“Sí, soy pro-vida. Pero la santidad de la vida tiene muchas facetas además del aborto. No está bien disparar a los negros y salvar bebés. Tienes que salvarlos a todos. Y qué hay de las 200,000 personas que han muerto de coronavirus? Eso va en contra de todo lo que siento acerca de defender la vida “.