Claroscuro, por: Francisco López Vargas
Leía en El Financiero un artículo de Jonathan Ruiz Torre, en el que se pregunta para qué quiere López Obrador resucitar a Petróleos Mexicanos.
El presidente, un hombre del pasado, sigue creyendo que la bonanza petrolera nos ayudaría a ser el país maravilloso que muchos pensaron sería cuando la nacionalización petrolera y el descubrimiento de Cantarell, ese pozo que vaya que dejó dinero, pero no para ni uno de los mexicanos.
Afimar que nadie gozó de los beneficios de Pemex es una exageración porque en verdad si hubo un desarrollo en el país, pero la realidad es que se fomentó por años un sindicato privilegiado que sólo era cómplice del gobierno en turno y que, en los hechos, la corrupción permitió que la empresa hiciera a unos pocos muy ricos, como si el petróleo y la empresa fuera suya: Salvador Barragán Camacho, Joaquín Hernández Galicia quienes por 30 años lideraron a la empresa y terminaron en prisión así como su ex director Jorge Díaz Serrano.
En los tiempos modernos Carlos Romero Deschamps refleja esa decadencia hasta su renuncia hace unas semanas.
Pemex se convirtió en la caja grande no chica, del gobierno en turno y logró darle un respiro al país cuando la enorme crisis heredada por Luis Echeverría salió a flote con José López Portillo que se mareó con la opulencia que prometía el pozo Cantarell, pero no contaba con los precios internacionales del crudo.
Reproducimos a continuación lo que publicó la semana que termina El Financiero.
“No puede haber duda de que el presidente Andrés Manuel López Obrador quiere revivir Pemex.
“Hace todo para que ello ocurra y eso podría ser una buena noticia siempre y cuando se tope con otro yacimiento de un tamaño cercano al de Cantarell y la gente eleve de nuevo su consumo de gasolina. No hay otro modo de que entregue mucho más dinero al erario.
“Hasta ahora, ni lo primero, ni lo segundo, y esas faltas pueden motivar frustración en el camino a obtener más dinero para el gobierno.
“Pemex puede sobrevivir, pero la economía no sobrevivirá por Pemex. Eso alguien debe decírselo al presidente para incentivar una economía que no puede ser vista solo desde la óptica de Tabasco o Campeche en donde la empresa productiva del Estado es todo. El mundo dio un vuelco.
“Hoy, América Móvil, la dueña de Telmex controlada por los Slim, tiene mayores ventas que las obtenidas por la petrolera por los derivados petrolíferos que ofrece, incluida la gasolina y el gas LP.
“Al tercer trimestre, Pemex obtuvo 192 mil millones de pesos a cambio de estos productos. América Móvil, 248 mil millones.
“No es exclusivo de México el fenómeno. Exxon Mobil vale hoy 288 mil millones de dólares contra la dueña de Google, Alphabet, que en el mercado cotiza en 870 mil millones de dólares, pese a que esta californiana no existía cuando AMLO había iniciado su carrera política.
“Los inversionistas hoy valoran más lo intangible.
“Creen hoy en el futuro de las plataformas y llegaron a un consenso acerca de la importancia de poner valor en factores externos a los elementos físicos por sí mismos”, expuso este mes Samir Saran, presidente del think tank Observer Research Foundation, basado en Asia, frecuentemente citado por el Foro Económico Mundial.
“Las economías de plataformas se validan hoy por el número de personas en esa plataforma y no solamente por el volumen de lo que producen y el monto de sus ventas, como en el pasado”.
“¿Cuánta gente es propietaria de un automóvil? ¿Cuántos son los que poseen un smartphone? La segunda es y será por mucho una plataforma más grande y que promete más ingresos.
“El Gobierno de AMLO sin duda trabaja en lo tangible de la producción petrolera, pero va lento en lo de avanzada.
“En Pemex hacen lo posible por satisfacer al presidente:
“Después de una larga historia de 14 años de caídas en la producción de petróleo, Pemex reporta en este tercer trimestre un crecimiento de 1.2 por ciento respecto del trimestre anterior”, expusieron en la primera página del informe financiero de la compañía al tercer trimestre.
“Se logró también un crecimiento de 10.4 por ciento del proceso de crudo en el sistema nacional de refinación, lo que a su vez favoreció la producción de petrolíferos de alto valor. Se consolidó la política de combate al robo de combustibles con resultados positivos”.
“Todo eso fue positivo y ese equipo guiado por Octavio Romero se encamina a cerrar 2019 con la meta de producción de 1.8 millones de barriles diarios.
“Pero aún con lo conseguido, el gobierno está lejos de su intención de obtener ingresos para el erario: “En el 3T19 el total de impuestos y derechos disminuyó 25.6 por ciento comparado con el 3T18, debido principalmente a la baja en la producción y precio de los hidrocarburos”, reportó Pemex esta semana.
“No parece haber otra estrategia industrial más que la petrolera, si ésta no produce lo mínimo que espera el Gobierno, llegará el momento de preguntarnos ¿para qué quiere AMLO a Pemex apostándole tanto?
“Los empresarios tienen tarea y bien conviene que se centren entre otras cosas, en el valor intangible, por ejemplo, de las plataformas.
