En la pantalla, por: David Moreno.
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Logan Roy es un magnate de los medios de comunicación. Un hombre que vivió intensamente el sueño americano y que logró con base en el esfuerzo, y una serie de trabajadas y cuidadas relaciones, generar un enorme conglomerado mediático que incluye canales de televisión, estudios cinematográficos, parques de diversiones e incluso cruceros.
Es considerado uno de los personajes más influyentes del globalizado mundo de la comunicación y lo que suceda en Waystar, su compañía, y en todas las divisiones de la misma tiene una importancia vital no solamente en el universo de las finanzas sino en ámbitos políticos y culturales.
Pero Logan Roy es ya un hombre de avanzada edad, sus decisiones comienzan a ser cuestionadas y además ha sufrido un colapso cerebral cuya recuperación genera aún más dudas sobre su capacidad para dirigir a una empresa del tamaño y la importancia de la suya. Por lo tanto a su alrededor comienzan a revolotear como buitres personajes que huelen que Logan Roy está a punto de ceder el trono y no están dispuestos a perder su tajada. Ello incluye a miembros de su familia, particularmente a sus cuatro hijos – Connor, Kendall, Shiv y Roman – a quienes la cercanía con el poder los ha convertido en personajes con un sentido nulo de la ética y la moral.
Es la premisa de Succession, una serie que habla sobre una familia rota por el poder, conformada por personajes que no generan empatía sino un profundo desprecio por sus actitudes hacía con ellos mismos, con los demás y en general con el mundo que les rodea. Todo el programa muestra a hombres y mujeres en una lucha constante por ascender hacía nuevos niveles de poderío y dejar en el camino a cualquier cantidad de víctimas sin sentir ningún tipo de remordimiento, ninguna complicación de orden moral. La serie no genera ningún tipo de concesión al mostrar las bajezas que se dan en el mundo de la más alta empresa, pareciendo que para llegar a ella no solamente hay que sobajarse en el momento adecuado sino también estar dispuesto a pisotear a todo aquel que se cruce en los objetivos que lleven a alcanzar lo que se supone es el éxito. No hay en Succesion ningún personaje que vele por el interés común. Incluso el discurso que antepone a la familia por sobre cualquier otra entidad es un discurso falso y que se esgrime de acuerdo a los intereses propios de quien lo pronuncie.
Nunca la televisión ha presentado un análisis tan pesimista y certero de los efectos que tiene la ambición y la negativa seducción que ésta ejerce sobre las personas. La familia Roy es presentada como una familia disfuncional sin ningún tipo de posibilidad de que, aún en medio de tal disfuncionalidad, exista algo parecido al amor entre sus integrantes, o por lo menos no al amor como podría entenderse en núcleos familiares cuyos miembros no están valuados en millones de dólares.
Todo lo anterior presentado a partir de un magnífico guion y una espectacular cinematografía que retratan secuencias en las que el espectador va a ir adentrándose en un mundo decadente, lleno de lujos y horrores que aumentan mientras la trama va a avanzando generando sorpresivos y alucinantes giros en la trama que disparan la acción hacía situaciones completamente inesperadas en las que todos los personajes van a caminar por terrenos cada vez más fangosos.
Un soberbio y atemorizante Brian Cox en el papel del viejo titán y cabeza del clan Roy, encabeza a un reparto sólido y lleno de talento el cual es puesto al servicio de una trama sumamente complicada en la que los personajes se mueven en varias dimensiones de orden moral, social y por supuesto político.
Succesion es una brutal crítica al capitalismo deshumanizante y las pocas posibilidades de supervivencia que dentro de él existen a pesar de haber nacido dentro de las clases privilegiadas que gozan como ninguna otra de los beneficios que el sistema ofrece, beneficios de orden económico pero que parecen estar destinados a ser solamente aprovechados por personas carentes de conciencia y dispuestas a vivir con las consecuencias de sus acciones si éstas les garantizan ante todo seguir disfrutando de los privilegios y de las puertas que solo se abren con el dinero.
Succesion es una de las grandes series del año y quizá de la década. Está disponible en HBO GO.
