En Israel, miles de personas han tomado las calles para exigir la renuncia del primer ministro Benjamin Netanyahu, en medio de una creciente controversia por la reforma judicial promovida por su gobierno. Los manifestantes, que provienen de diversos sectores de la sociedad israelí, acusan a Netanyahu de poner en peligro las instituciones democráticas del país con sus políticas. La reforma judicial ha sido vista como un intento de socavar la independencia judicial, lo que ha generado una ola de protestas en todo el país. Las manifestaciones han ido en aumento, con ciudadanos preocupados por el futuro de la democracia israelí y la posible concentración de poder en manos del primer ministro.
Las protestas reflejan un descontento generalizado con el liderazgo de Netanyahu, quien ha estado en el poder durante más de una década. Los manifestantes no solo exigen la renuncia del primer ministro, sino también el retiro de la controvertida reforma judicial. Argumentan que la medida es un ataque directo a la separación de poderes y que podría dar lugar a un gobierno autocrático.
A medida que las tensiones aumentan, la presión sobre Netanyahu sigue creciendo, tanto a nivel nacional como internacional. La comunidad internacional ha observado de cerca la situación, con algunos líderes expresando su preocupación por la dirección en la que podría estar moviéndose Israel bajo el liderazgo de Netanyahu. Mientras tanto, las protestas continúan, y los manifestantes prometen seguir luchando hasta que se escuchen sus demandas.
