Por Marco Antonio Cortez Navarrete
Faltando unos días para las elecciones presidenciales en EEUU —5 de noviembre— la pregunta es: ¿logrará Donald Trump regresar a la Casa Blanca?.
Después de estar 4 años al frente de la llamada “nación más poderosa del mundo” el republicano se alista para retornar al poder y dejar de lado a la maquinaria demócrata encabezada hoy por Joe Biden y Kamala Harris.
Y detrás de Biden y Harris hay una muy notoria presencia y participación en la campaña de Barak Obama y su esposa Michelle y de quien, en algún momento, se dijo podría ser la aspirante en lugar de la vicepresidenta Kamala quien entró al quite cuando su jefe Biden optó por salir de la contienda para su reelección.
Todo mundo sabe cómo dejó Trump la presidencia, bajo una fuerte polémica y disturbios por parte de sus seguidores muchos de los cuales fueron detenidos, encarcelados y sentenciados por sus lamentables actos. No obstante Donald no se dio por vencido y enfrentó serias acusaciones saliendo en algunos casos adelante y en otras al parecer aún no.
Sin embargo recordar que la heterogénea y multirracial sociedad estadounidense es única y con base en esto adelantar que en el proceso del 5
de noviembre cualquier cosa podría suceder tomando en cuenta sobre todo el complicado panorama internacional, en lo económico y peor aún en lo bélico dada la presencia y participación de la Unión Americana en los conflictos entre Ucrania y Rusia y su sombra detrás de la presencia de Israel en Palestina.
En este último caso, Israel-Palestina, el conflicto armando ya se extendió a otras regiones como el sur de Líbano, Yemen e Irán, amenazando con una escalada que obligaría a otras potencias como Rusia y China a fijar posiciones.
Como se sabe hace unos días se llevó al cabo una reunión de líderes mundiales encabezados por Vladimir Putin quien ha creado una sólida alianza con Xi Jimping, presidente de la República Popular China, dos potencias cuyos brazos han alcanzado en lo político, económico y social a varias naciones latinoamericanas entre las que se encuentra México y en cuyo mercado —por ejemplo— se hace muy notoria la presencia de automotores asiáticos.
Lo anterior de ninguna manera es negativo ya que cada país, basado en su soberanía e independencia, tiene todo el derecho de hacer negocios con los países que desee. El tema es que EEUU es vecino inmediato de México y de todas y todos es conocido el flujo comercial entre nuestro país el vecino del norte.
En síntesis, la presencia de Kamala Harris en la Casa Blanca representaría un bálsamo para Claudia Sheinbaum, presidenta de México, debido a la similitud de algunas ideas e intereses mutuos. No así con Trump donde, más allá de la independencia y soberanía mexicana, el panorama en lo económico y político podría registrar algún tipo de alteración sobre todo por las convicciones e ideología del republicano, de manera sustancial para temas como la migración y tratado comercial que se extiende incluso a Canadá.
Posdata: En los 4 años que Trump ocupó el salón Oval de la Casa Blanca no se registró enfrentamiento bélico y en cambio fue capaz de sentarse a dialogar con los mayores adversarios políticos: Vladimir Putin, de Rusia; Xi Jinping, de China; Kim Jong-un, de Corea del Norte y hasta bailó la danza de las espadas con los líderes de Arabia Saudita. ¿Qué tal?. Eso si, a México lo trajo en jaque.
Hasta la próxima
No se les olvide ser felices
