Las intensas lluvias generadas por la última DANA en la provincia de Valencia han dejado severos daños materiales y humanos, afectando a miles de familias que ahora se enfrentan al difícil proceso de reconstrucción. En localidades como Alzira y Llombai, los vecinos se han visto obligados a evacuar sus viviendas, mientras que en algunas zonas el agua alcanzó hasta los dos metros de altura.
La situación ha requerido la intervención de la Unidad Militar de Emergencias (UME) para realizar rescates de emergencia, especialmente en la comarca de la Ribera Alta, donde las lluvias torrenciales provocaron el desbordamiento de ríos y la suspensión de servicios ferroviarios, así como el desvío de vuelos en el aeropuerto de Valencia. Según datos de la Agencia Estatal de Meteorología, algunos puntos de Valencia registraron más de 200 litros de agua por metro cuadrado en tan solo dos horas.
En Llombai, el alcalde Salva Climent describió el impacto en la infraestructura y los hogares: “La tromba de agua arrastró varios vehículos y causó importantes daños en propiedades, especialmente en garajes y bajos”.
Por otro lado, residentes afectados como Luis y Tomás expresaron su frustración con las frecuentes inundaciones, afirmando que desde hace tres décadas se les han prometido soluciones que no llegan: “Nos prometen soluciones desde hace 30 años, pero seguimos viviendo esta pesadilla cada vez que llueve”.
Las autoridades han advertido a la población que permanezca alerta ante posibles desbordamientos, en especial en las zonas ribereñas de los ríos Júcar y Magro, mientras se llevan a cabo labores de limpieza y rehabilitación en las zonas más afectadas.