Un nuevo grupo de alrededor de 1,500 migrantes partió este miércoles desde el sur de México, con la firme intención de llegar a Estados Unidos antes de que Donald Trump asuma la presidencia el próximo 20 de enero. Los migrantes temen que, después de esa fecha, las opciones legales para migrar se reduzcan y que comiencen las deportaciones masivas. Esta es la sexta caravana que sale del estado de Chiapas, en la frontera con Guatemala, en menos de dos meses.
Aunque las caravanas anteriores han sido disueltas poco después de su salida, los migrantes continúan organizándose, reflejando la desesperación ante la incertidumbre sobre las políticas migratorias del futuro presidente estadounidense.
La ciudad de Tapachula, conocida como la “capital de la frontera sur de México”, es un punto de concentración para muchos migrantes que ingresan de manera irregular a México. Muchos intentan regularizar su estatus o solicitar una cita de asilo en EE. UU. mediante la aplicación CBPOne, pero los trámites son lentos, el empleo escasea y la inseguridad ha aumentado, lo que genera una situación desesperante.
Ante estos desafíos, muchos migrantes optan por unirse en grupos, con la esperanza de encontrar mejores oportunidades en el norte. Además, viajar en grupo les ofrece cierta seguridad frente a los peligros del camino, como las extorsiones, secuestros y abusos tanto por parte de autoridades corruptas como de grupos criminales.
El endurecimiento de la política migratoria bajo el liderazgo de Donald Trump ha generado alarma entre los migrantes. Durante su campaña electoral, Trump adoptó un discurso agresivo contra los migrantes y prometió deportaciones masivas. Esta amenaza, sumada a la incertidumbre sobre la continuidad de CBPOne —una plataforma que ha permitido la entrada legal de casi un millón de migrantes desde enero de 2023— ha acelerado la formación de nuevas caravanas.
Muchos migrantes, como Yotzeli Peña, una venezolana de 23 años, expresan su esperanza de que, al estar más cerca de la frontera, su cita en CBPOne se acelere antes de que Trump tome posesión de la presidencia.
Las caravanas se organizan principalmente a través de redes sociales como WhatsApp, Facebook y, recientemente, TikTok, lo que complica la identificación de los organizadores. En sus inicios, las caravanas eran impulsadas por la iniciativa de los propios migrantes, pero con el tiempo han contado con el apoyo de activistas y organizaciones civiles.
Aunque el expresidente mexicano Andrés Manuel López Obrador y diversas organizaciones alertaron sobre los fines políticos de las caravanas y los riesgos de la intervención de traficantes de migrantes, estos grupos continúan formándose debido a la desesperación y las difíciles condiciones que enfrentan.
A lo largo de los años, las caravanas han sido dispersadas por las autoridades mexicanas, quienes las dejan avanzar durante días hasta que los migrantes, agotados, se ven obligados a rendirse. La desarticulación de estas caravanas se ha convertido en una práctica habitual, con el objetivo de trasladar a los migrantes a lugares menos congestionados. Sin embargo, las organizaciones civiles denuncian que esto los deja vulnerables ante los cárteles de la droga y otros actores criminales.
Aunque las caravanas son muy visibles, representan solo una pequeña fracción de los migrantes que cruzan México en su intento de llegar a Estados Unidos. Muchos migrantes optan por recurrir a traficantes para realizar el viaje de forma clandestina, lo que ha disparado el negocio del crimen organizado.
A pesar de la visibilidad de las caravanas, las autoridades estadounidenses han registrado una disminución en el número de arrestos por cruces ilegales en la frontera. Según datos oficiales, los arrestos en septiembre de este año fueron los más bajos de los últimos cuatro años. Esto se debe en parte al uso de la plataforma CBPOne, pero también a la reducción en los cruces a través de la selva del Darién, que conecta Panamá con Colombia.
Las caravanas continúan siendo un fenómeno complejo en la migración hacia Estados Unidos, impulsado tanto por el deseo de encontrar una vida mejor como por el temor al endurecimiento de las políticas migratorias en EE. UU. Mientras tanto, las autoridades de México y las organizaciones civiles siguen luchando por ofrecer soluciones a la creciente crisis migratoria que afecta tanto a los migrantes como a las comunidades por donde transitan.
