El ministro de Finanzas de Israel, Bezalel Smotrich, ha instruido a su departamento para iniciar los preparativos destinados a aplicar la soberanía israelí sobre los asentamientos en la Ribera Occidental. Esta decisión se produce tras la reciente victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos, la cual, según Smotrich, representa “una importante oportunidad para el Estado de Israel”.
Smotrich, quien también supervisa los asentamientos en la Ribera Occidental desde el Ministerio de Defensa, afirmó ante la Knesset que la única forma de eliminar la “amenaza” de un Estado palestino es implementando la soberanía israelí en los asentamientos de Judea y Samaria, términos bíblicos utilizados por algunos sectores en Israel para referirse a la Ribera Occidental.
El ministro detalló que ha instruido a la División de Asentamientos del Ministerio de Defensa y a la Administración Civil para que inicien un trabajo exhaustivo con el fin de preparar la infraestructura necesaria para aplicar la soberanía. Además, expresó su intención de liderar una resolución gubernamental que establezca la colaboración con la nueva administración estadounidense y la comunidad internacional para lograr el reconocimiento de esta soberanía.
Durante su primer mandato, el presidente Trump tomó medidas significativas en apoyo a Israel, incluyendo el traslado de la embajada de Estados Unidos a Jerusalén y el reconocimiento de la soberanía israelí sobre los Altos del Golán. Smotrich destacó que “estuvimos a punto de aplicar la soberanía sobre los asentamientos en Judea y Samaria, y ahora ha llegado el momento de hacerlo”.
Estas declaraciones han suscitado reacciones internacionales. El alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, condenó el llamado de Smotrich a aplicar la soberanía en la Ribera Occidental, calificándolo como un paso hacia la anexión ilegal que socava el derecho internacional y amenaza la solución de dos Estados.
Por su parte, grupos palestinos como Hamas han señalado que estas declaraciones confirman las intenciones coloniales de la ocupación y refutan las aspiraciones de paz y coexistencia con Israel.
La Ribera Occidental, territorio que Israel tomó de Jordania en 1967, permanece bajo ocupación según el derecho internacional. Los Acuerdos de Oslo, firmados en la década de 1990, dividieron la región en tres áreas con distintos niveles de control israelí y palestino. Actualmente, alrededor de medio millón de israelíes residen en asentamientos dentro de este territorio.