El presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva sostuvo este lunes un contacto telefónico de treinta minutos con su homólogo estadounidense, Donald Trump, en el que le solicitó expresamente que derogue los aranceles del 40 % impuestos a productos brasileños.
Durante la conversación, catalogada por ambas partes como “amistosa”, se habló fundamentalmente de economía y comercio bilateral. Lula urgió a que no solo se eliminen las barreras arancelarias, sino también otras sanciones restrictivas impuestas contra autoridades brasileñas.
Esta llamada marca el primer diálogo directo entre los mandatarios desde que Trump regresó a la Casa Blanca y tras un episodio diplomático tenso derivado de la condena de 27 años contra el expresidente Jair Bolsonaro, cercano al republicano estadounidense.
Trump respondió públicamente que la conversación fue “muy buena”, enfatizando que los temas centrales giraron en torno a la economía y el comercio entre ambos países, y anticipó que habrá más intercambios y posiblemente encuentros presenciales próximos.
El arancel del 40 % que Lula pide eliminar fue decretado en julio pasado por la administración estadounidense, sumándose a otro gravamen del 10 % ya vigente. La justificación oficial de Trump fue que las políticas brasileñas representaban una emergencia económica.
En el marco estratégico del diálogo, Lula aprovechó para invitar a Trump a la próxima Cumbre del Clima (COP30) que se celebrará en Belém, Brasil, y se ofreció a viajar a Washington para una reunión más profunda.
Este episodio emerge en medio de una crisis diplomática más amplia entre Estados Unidos y Brasil, donde las tensiones comerciales y las acusaciones de injerencia política han escalado en los últimos meses.
