Por: Cristina Padín
En el cajón del blanco de los armarios del más pequeño
cuarto descansaba el pañuelo. Era rojo. Como la pasión, la sensación y obvio la
tradición. Aquella tradición. Despertaba de un largo sueño… pareciera haber
dormido tres primaveras y once junios.. y en verdad había pasado un año. Despertaba
para prepararse… Anheloso de un verano intenso y azul sonreía feliz. Se
preparaba ya para el día. El mejor de los días, en su caso. El día del
chupinazo. San Fermín acariciaba ya las esquinas.. y pronto la vida de muchas
almas se cantaría en blanco y rojo durante una semana. Qué bonito es vivir! Y
vivir una vida viva!
El pañuelo ya sentía Pamplona. El toro. El pellizco..
Me encanta esta semana previa
A la tradición
A los M
A los valientes
A mi Luis
A Carlos
A JC y JM
A la vida viva
A las esperas