Por: Cristina Padín
Quema el sol del agosto que se dirige hacia la mitad la tierra y abrasa el agua.. y todo es una larga sucesión de horas de sol y calor,
de calor y de sol, de sol y calor… y es el verano.. que se emociona.. y lo cubre todo de alma, de sombrillas, de tardes a la fresca, charlas en el pueblo, tiempos perezosos, sangría, arena.. olas… aventuras y promesas de aventuras..
Si alguien tuviera que crear un cuento en este
día cálido podría usar un cuadro. Viva el arte. Y
la cultura.. Un cuadro en el que aparecería por ejemplo la madre de un torero. En una habitación al atardecer aguardando su llegada. Y la luz inundaría las estancias, dorada y blanca y plateada y azul. Luz de Sorolla. Sorolla el genio, que pintaba en azul.
Y, por la noche, todo habría ido bien… y san Lorenzo regalaría su baile de estrellas…
A la memoria de Sorolla, un crack A los M
A san Lorenzo
Al toreo
A las madres de toreros y a mi querida Manoli Al verano
A mi querido Luis
Al arte
A la cultura
Y a las personas con intereses
