Caminaron muy despacito, muy despacito… pie delante de pie… sandalia rosa detrás de zapato beige.. pasos al compás de pasos.. y la mirada concentrada en el andar. Estaban arriba, en los tejados, cerca de las nubes, y de las cosas que se guardan entre las pestañas y el corazòn..
Se trataba de una visita guiada por los tejados de aquella iglesia francesa. El guía narraba los detalles más importantes del Románico, de la construcción, de cada costumbre, de cada eco de recuerdos de un pasado histórico… Y, con alma y belleza, repicaban las campanas…
Después, mientras atardecía en lila talavantino, se sentaron donde les indicaron, en la cornisa.. y disfrutaron de un paisaje bello, hermoso, sereno… Era una villa pequeña, muy linda, en piedra y letras… Y se emocionaron al ver al fondo la pequeña plaza de toros! Preciosa!
Dedicado a todas las personas a las que quiero invitar a la visita de los tejados de la Catedral de Santiago
Dedicado a mi abuela, hoy hemos disfrutado la comida deliciosa que ha preparado
Dedicado a los toreros que torean en Francia pròximamente, me encanta Francia
Dedicado a mi mago
A mi niño Luis
A mi amigo Raoul, que me enseñò la iglesia francesa protagonista de esta historia
