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Entre el dolor y la impotencia tras colapso en la Línea 12 del Metro.

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Además, su hija menor, Tania, de 15 años, tiene rota la columna, hemorragias internas y una fractura de cráneo que la mantienen hospitalizada en Xoco.

La desgracia también embargó a Enrique, quien pasó la noche buscando a Nancy, su novia, hasta que llegó a la agencia del Ministerio Público de la Coordinación Territorial 6, en Iztapalapa.

“Mi Nancy me dio mi último beso. Fuimos a cenar y la fui a dejar al Metro; al llegar a mi casa supe del accidente y de inmediato salí corriendo a buscarla.

“Después de muchas horas de buscarla por hospitales me enteré que había fallecido; eso me lo confirmaron mis ojos cuando la vi aquí en el Ministerio Público”, relató Enrique entre llanto.

Las jóvenes viajaban juntas; Nancy regresaba de trabajar en el centro comercial Las Antenas y Tania se ofreció para acompañarla.

“Nadie me está ayudando, no han venido a hacerse responsables de esta situación”, denunció Bernarda antes de quebrarse en llanto.

Su sobrina Adriana agregó: “Solicitamos que nos apoyen y nos ayuden con los gastos funerarios, con los gastos médicos que necesite mi otra prima. No es justo que no se hayan hecho responsables de esta situación”.

La familiar de las víctimas aseguró que ningún representante del gobierno capitalino se había acercado a brindarles apoyo.

Bernarda tuvo que dejar hospitalizada a Tania y trasladarse al MP, pero se retira con la preocupación de que a su hija menor no le han practicado ninguna intervención quirúrgica debido a que los médicos no cuentan con “los clavos” especializados para tratar de reconstruir su columna.

“Ella tiene rota la columna y tiene hemorragia interna. Primero me dijeron que no tienen el material, que lo tenía que comprar yo; la enfermera y el doctor llenaron una hoja de cuáles son los clavos que necesita y qué es lo que necesita la cirugía”, expuso.

Agregó que no tiene los recursos necesarios para tal material y espera el apoyo del gobierno de la ciudad o de la sociedad civil para que atiendan a su hija que le queda con vida.

Hallan el cuerpo de Giovanny
Entre lágrimas y gritos de desesperación la abuela y la madre de Giovanny acudieron a la zona cero la mañana de ayer para exigir a las autoridades la localización del menor.

“Díganme si está vivo o está muerto; toda la noche lo hemos buscado sin encontrarlo. Díganme dónde está. ¿Dónde está? Quiero saber dónde está mi nieto”, gritaba la abuela.

La mamá lamentó que no existía información concreta de los lesionados en los hospitales cercanos al accidente.

“Voy a un hospital y me dicen que está dado de alta, voy al otro hospital y me dicen que lo están operando, pero la verdad es que nadi sabe dónde está.

“Pedimos la lista del forense y tampoco nos la quieren dar”, dijo la mujer desesperada.

Giovanny utilizó la Línea 12 del Metro el día y a la hora de la tragedia debido a que acompañó a su papá, Roberto Hernández, a trabajar, quien fue localizado en estado crítico en el Hospital General Balbuena.

Por la noche, la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México dio a conocer que el menor de 12 años fue localizado entre las víctimas mortales en la Coordinación Territorial 6 Iztapalapa. Finalmente sus familiares reconocieron su cuerpo junto con otras familias en desgracia.

Por la mañana este diario vio a dos familias más que se presentaron en las instalaciones del Instituto de Ciencias Forenses (Incifo), ubicadas en Niños Héroes y Doctor Liceaga, en la Colonia Doctores de la alcaldía Cuauhtémoc.

A su llegada evadieron cualquier entrevista y en cuestión de minutos se retiraron.

-Efrén Argüelles

Cuando recobró la razón vió a un hombre mutilado.

Alejandro Forcayo estaba concentrado en su teléfono celular mientras el convoy del Metro avanzaba. Iba rumbo al inicio de su jornada para sanitizar los talleres de la Línea 12 del Metro, pero de pronto un golpe seco y un efecto de “circulación en reversa” lo hizo reaccionar.

No recuerda si fueron minutos o segundos, sólo que cuando recobró la razón a su lado había un hombre con la mano mutilada.

“No sentía una de sus piernas, así que pensó que también estaba cercenada. Creyó que era su fin.

“En el momento en el que me recupero empiezo a tomar conciencia de dónde estoy; me doy cuenta que el tren se cae, se quiebra el puente y tengo que salir por mis propios medios.

“Literalmente terminé lleno de sangre de una persona que perdió la mano enfrente de mí, encima de mí. No sentía la pierna y temí que no tuviera la extremidad.

Salgo por la puerta porque quedó abierta, salgo, me aviento a las piedras y empiezo a rodar y salgo, y ya todo es algo más ligero”, relató este joven acompañado por su madre, después de ser dado de alta del hospital de Xoco, en la Benito Juárez.

Apoyado en los hombros de su mamá, Perla Bedoya, Alejandro dice que físicamente se siente bien, pero emocionalmente está destrozado porque tuvo que ver y vivir cosas que nunca imaginó que enfrentaría.

“Fue algo duro, pero estoy agradecido de estar aquí”, dijo conteniendo el llanto.

Pero la emoción se desborda cuando ve a su hermana y su novia sella sus labios con un beso y todos se funden en abrazos frente a la mirada de otras personas que esperan noticias de sus familiares a las afueras del hospital.

-Gerardo Jiménez

“Ayúdenos a salir”: El grito que venía de los vagones.

“Ayúdenos a salir” fue uno de los gritos que escuchó el técnico en urgencias médicas Alfredo Gutiérrez al llegar a atender la emergencia de la Línea 12, entre las estaciones de Olivos y Tezonco.

En entrevista con Pascal Beltrán del Río para Imagen Radio, el paramédico indicó que cuando llegó al sitio ya había espontáneos y elementos de la policía tratando de apoyar a las personas que se encontraban en los vagones colapsados.

“Ya había gente de la Secretaría de Seguridad Ciudadana ayudando para que todas las personas que pudieran caminar lo hicieran por su propio pie”, señaló.

“La mayor parte de las personas que estaban alrededor (del lugar del desplome) decían que esto era un caos y la gente que estaba adentro del Metro sólo pedía que la ayudaran a salir”.

Comentó que para llegar a este sitio, él y sus compañeros paramédicos tuvieron problemas, ya que había mucha gente en la zona.

“Tuvimos que caminar de la estación Tezonco a Los Olivos, porque no se podía pasar por la gente que había y los autos que estaban sobre la vialidad, porque no había paso, por lo que llegamos caminando al lugar del incidente”, recordó Alfredo Gutiérrez.

-De la Redacción

Salvaron sus vidas
Entre las decenas de hospitalizados por el desplome de los dos últimos vagones de un convoy de la Línea 12 ayer también hubo buenas noticias, ya que algunos de ellos fueron dados de alta de los ocho hospitales en donde los atendieron.

La misma noche del lunes, sobrevivientes se reencontraron con sus seres queridos en el lugar de los hecos, aunque ayer algunos aún se debatían entre la vida y la muerte.

-De la Redacción.

https://www.msn.com/es-mx/noticias/mexico/entre-el-dolor-y-la-impotencia-tras-colapso-en-la-l%c3%adn…

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