La Policía de Hungría ha prohibido la marcha del Orgullo en Budapest programada para el próximo 28 de junio, citando la nueva legislación que busca “proteger a los menores” al vetar actos que “promuevan o exhiban el cambio de sexo de nacimiento o la homosexualidad” . Se trata del primer veto formal en un Estado miembro de la Unión Europea basado en una ley que subordina los derechos de reunión a la protección infantil.
El origen de esta decisión se remonta a marzo de 2025, cuando el Parlamento, dominado por el partido Fidesz del primer ministro Viktor Orbán, aprobó una reforma legal que prioriza “el desarrollo físico, mental y espiritual del menor” por encima de otros derechos, incluyendo la libertad de reunión. Además, en abril se modificó la Constitución para limitar la diversidad de género a sólo “masculino” y “femenino” y consolidar la prohibición de cualquier expresión pública de la homosexualidad.
El alcalde de Budapest, Gergely Karácsony, calificó la prohibición como “irrelevante” y anunció que el ayuntamiento organizará el Festival del Orgullo y la Libertad el 28 de junio como evento municipal sin expresiones sexuales explícitas ni desfile tradicional. “La jefatura de Policía ha prohibido una reunión inexistente… El ayuntamiento va a organizar el Festival del Orgullo y la Libertad de Budapest como un evento municipal el 28 de junio. Y punto”, afirmó Karácsony en un mensaje en Facebook.
La prohibición no puede ser recurrida ante instancias administrativas, aunque los organizadores cuentan con un plazo de tres días para presentar un recurso ante el Tribunal Supremo húngaro (Kúria).
El conflicto ha generado una fuerte reacción internacional. La Comisión Europea ha denunciado las restricciones ante el Tribunal de Justicia de la UE, mientras que 22 embajadas europeas han expresado su profunda preocupación por las limitaciones a los derechos de reunión y expresión. Asimismo, más de 60 eurodiputados y políticos nacionales, entre ellos el ministro de Cultura español Ernest Urtasun y el diputado Víctor Gutiérrez, confirmaron su asistencia a la marcha como acto de solidaridad.
Este escenario se inscribe dentro de una ofensiva más amplia contra los derechos LGTBIQ+ en Hungría, que ya ha incluido la prohibición de símbolos arcoíris en edificios públicos desde el 6 de junio, la supresión de la enseñanza de estudios de género y restricciones en contenidos mediáticos desde 2021.
Organizaciones como Háttér Society, Amnistía Internacional Hungría y el Comité Helsinki han anunciado que impugnarán judicialmente estos vetos ante tribunales nacionales y europeos, en un esfuerzo por revertir la “erosión sistemática de libertades fundamentales”.