El jueves 14 de agosto de 2025, Kim Yo‑jong, poderosa hermana del líder norcoreano Kim Jong‑un, rechazó categóricamente las declaraciones de Corea del Sur sobre el supuesto retiro de altavoces propagandísticos en la frontera entre ambos países.
A través de un comunicado publicado por la agencia estatal KCNA bajo el título “La esperanza de Seúl no es nada más que un sueño absurdo”, Kim afirmó que su país “no ha retirado ningún altavoz en zonas fronterizas, ni tiene intención de hacerlo”. En respuesta a Corea del Sur, consideró como “engaños al público” esas afirmaciones y las calificó de “una suposición unilateral infundada y una pista falsa”.
La dirigente norcoreana amplió su rechazo con declaraciones duras: mostró indiferencia frente a las medidas de distensión del sur, como la suspensión de emisiones propagandísticas o el desmontaje de altavoces surcoreanos, y afirmó que no les preocupa esas acciones. Además, enfatizó que “no tenemos la voluntad de mejorar los lazos con Corea del Sur” y anticipó que incluso esta postura podría consagrarse en la Constitución norcoreana.
Estas declaraciones surgen tras gestos iniciales del nuevo gobierno surcoreano liderado por el presidente Lee Jae‑myung, quien desde su asunción en junio suspendió las emisiones fronterizas de propaganda y ordenó el desmantelamiento de los altavoces en su lado como señal de apertura hacia Pyongyang. Surgieron reportes del Estado Mayor Conjunto del Sur acerca de un retiro parcial de altavoces norcoreanos, lo cual fue negado con prontitud por Pyongyang.
A pesar de estos gestos, la respuesta de Kim Yo‑jong resalta la poca disposición de Corea del Norte a reanudar el diálogo o cambiar su política hostil. De hecho, declaró que cualquier intento de mejorar las relaciones o ajustar los ejercicios militares conjuntos con EE.UU. no atrae su atención, tildándolo de “pipe dream” (un sueño ingenuo).
Desde 2024, la península coreana ha sido escenario de una intensa guerra de altavoces: Corea del Sur transmitía música K‑pop, noticias y mensajes democráticos hacia el Norte, mientras que este respondía con sonidos molestos como gongs o aullidos. En junio de 2025, el presidente Lee puso fin a estas emisiones y ordenó el retiro de altavoces como señal de apertura.


