Facetas de México, por: Pascacio Taboada Cortina y Jorge Martínez Cedillo.
- Se estima que cada año ingresan a México más de 500 mil armas.
- Por toda la frontera norte ingresan armas de contrabando.
Para los mexicanos en
general y las instituciones de los tres niveles de gobierno, no hay secretos:
prácticamente la totalidad de armas de todo tipo que ingresan al territorio
nacional, es por rutas que operan en todos los estados de la frontera norte,
mediante la práctica del contrabando.
Entre el 80 y 90 por
ciento provienen de Estados Unidos. México no fabrica armas. El reflejo de este
armamentismo, en tiempos de paz social, se manifiesta en la muerte violenta de
más de 120 mil personas y alrededor de 100 mil desaparecidas en lo que va del
gobierno de Andrés Manuel López Obrador. El exceso de armas abre puertas y
anima a la delincuencia.
Las Secretarías de la
Defensa Nacional y de Relaciones Exteriores, estiman que cada año ingresan a
México más de 500 mil armas de todos calibres (datos de 2022). Esto equivale a
un promedio de mil 370 armas al día por diversas vías fronterizas. El
armamentismo en México y en muchos otros países del mundo, es creciente y
acorde con la delincuencia, la violencia y la inseguridad.
Hace pocos meses, el
secretario de Relaciones Exteriores de México, Marcelo Ebrard, formalizó una
demanda ante una Corte Federal en Boston (Estados Unidos), donde señala que
“once compañías productoras y distribuidoras de armas promueven prácticas
comerciales negligentes e ilícitas”, destinadas al tráfico de armas con destino
a México”. Es decir, la demanda fue planteada a las empresas propietarias de
armerías, no a instituciones gubernamentales.
En el mismo territorio
norteamericano, diez días antes de que ocurriera la matanza de 19 niños de una
escuela primaria y dos maestras en la población de Uvalde, Texas, en Estados
Unidos, hubo otra matanza en Búfalo, Nueva York, donde otro disparador furtivo
asesinó a 10 personas. Allí, la vicepresidenta Kamala Harris declaró que el
gobierno de EU “buscará prohibir las armas de asalto”.
Estos acontecimientos
lamentables son ejemplo de que la indebida producción, distribución y
comercialización de armas en Estados Unidos, debe tener mayor control y
experimentar una regulación a fondo, tanto para la seguridad en el propio país
del norte, como en sus intenciones de exportación.
Eso de apoyar de manera
incondicional a la “Asociación Nacional del Rifle”, para fabricar y exportar
armas y municiones fuera de control, es un pretexto para llenar de armas no
sólo a México, que es su primer vecino comprador, sino a los demás países
latinoamericanos.
Puede ser que el
procedimiento de México, de plantear una “demandita” ante la justicia de Estados
Unidos, sea positivo, por lo menos para crear conciencia entre empresas
productoras de armas y funcionarios del gobierno norteamericano, la evidencia
de los ciudadanos mexicanos está en la necesidad de parar esos ríos de armas
que llegan por la frontera norte de México. Sin embargo, da la impresión de que
el gobierno mexicano desea “agarrar al toro por la cola, en lugar de por los
cuernos”, valga la referencia taurina.
Esto, porque el
presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, al respecto, hizo una
referencia en ese mismo sentido al señalar que las compañías armadoras de EU,
“fabrican armas a la medida de los clientes de México, dedicados a la
delincuencia organizada. “La demanda está dirigida a las empresas armadoras
privadas, no contra el gobierno de Estados Unidos”.
TRÁFICO
“HORMIGA”
Todos los días en
compartimientos secretos de automóviles o escondidas dentro de camiones de
carga o particulares, cientos de pistolas, fusiles de asalto y ametralladoras,
cruzan ilegalmente desde Estados Unidos a México.
En opinión de la Agencia
de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos, ATF por sus siglas en inglés,
de EU, en los estados fronterizos con México existen cerca de 23 mil armerías y
establecimientos autorizados para la venta de armas.
La forma más común de
operación, es el llamado “Tráfico Hormiga”, donde cientos de personas compran
por separado una o varias armas, que después entregan a grupos que las envían a
México. Se da también la modalidad de “compradores paja”, que es el caso de las
“ferias de armas”.
Es común que se realicen
en salones de hoteles o centros de exposiciones, incluso en estacionamientos de
centros comerciales. De igual manera, son frecuentes las compras en portales de
Internet. En esos espacios, difícilmente se aplica la revisión de antecedentes
de los posibles compradores. Eso provoca que adquirir un arma sea relativamente
fácil; que cualquier persona, aunque tenga prohibido legalmente comprarla, lo
puede hacer sin que se le haga ningún tipo de pregunta.