Especial / La Revista
La alianza de Alejandro Moreno con el
presidente Andrés Manuel López Obrador
para duplicar el plazo de la presencia militar
en tareas de seguridad pública llevó a la
coalición opositora a la orilla del despeñadero, al rechazar Moreno el ultimátum que le
hizo Cortés la víspera, con tal fuerza que el
PAN y el PRD recu laron y sólo suspendieron
temporalmente el acuerdo.
Estratégicamente, el líder nacional del PRI,
Alejandro Moreno, ganó la partida a sus pares
en la alianza Va por México, Marko Cortés del
PAN, y Jesús Zambrano del PRD. Por diseño o
intuición, usó la teoría de juegos para llevar a
cabo un brinkmanship, el término acuñado
durante la Guerra Fría, para describir una
forma de hacer política de alto riesgo, pero
calculado.
No hubo la ruptura y el fin de Va por México,
como parecía ser su destino este miércoles.
Moreno jugó exitosamente lo que era visto
como una traición a la oposición aliada para
evitar que Morena repita en el poder, y los
llevó al umbral de un conflicto con el propósito, como define la estrategia del brinkmanship, de lograr un resultado positivo. “Tenemos
un proyecto conjunto, pero eso no quiere decir
que coincidamos en todo”, dijo en conferencia
de prensa. “Esto es por México, por la gente.
¿Con quién están?, ¿con los intereses de
partido o con el interés supremo del pueblo
de México?”
Esta última pregunta los arrinconó. Alito
Moreno mostró más sagacidad e inteligencia
que sus pares en un momento crítico, y atajó
el discurso de López Obrador de que no
aprobar la adscripción de la Guardia Nacional
era ir contra los intereses del pueblo, que pide
seguridad. “No es un cheque en blanco ni le
estamos haciendo el trabajo al gobierno”,
agregó. “La estrategia de seguridad falló y es
un fracaso, pero la Guardia Nacional no está
lista aún para garantizar la seguridad en las
calles”, ni podían, señaló, “desamparar” a las
familias mexicanas.
No obstante, en opinión de Federico Berrueto,
analista político y colaborador de LA REVISTA,
“la dirigencia del PRI es un lastre para la
política nacional, es un lastre para la alianza Va X México, es un lastre, es un lastre para la Cámara de Diputados, incluso
para Morena, ahora que lo están arropando, y ya se encontrarán con eso,
sobre todo cuando tengan que ver el tema del desafuero.
La verdad es que un fenómeno que deslegitima y desacredita a la política
nacional; un personaje como Alejandro Moreno no solo es corrupto, es
mucho peor que eso, y personifica esa idea que muchas personas tienen
del político mexicano, que es mañoso, engañifa, corrupto, abusivo, etcétera”.
Y es que, es justo decir que en el PRI hay valores muy distintos a los que
proyecta Alejandro Moreno y Rubén Moreira, actuales dirigentes del
tricolor, por ejemplo, están un Enrique de la Madrid, Dulce María Sauri Y
Beatriz Paredes, por mencionar algunos personajes.
En este sentido, también es justo subrayar la diferencia entre lo que es el partido y lo que es la dirigencia,
que no solo es Alejandro Moreno sino también Rubén
Moreira, de hecho Rubén tiene mucha más fuerza que
“Alito”, por la razón de que no está sujeto al proceso de
desafuero, como sí es el caso de Moreno. De hecho ya
está integrada la Sección Instructora en la Cámara de
Diputados que es la que tiene que procesar el desafuero, se integró el dos de septiembre con dos diputados de Morena, uno del PAN, que por cierto es de
Yucatán, y uno del PRI, que paradójicamente es Rubén
Moreira, de tal manera que lo que le pueda suceder a
Alejandro Moreno en la Sección Instructora, pasa por
Moreira, que además es el coordinador de los diputados y el estratega, de hecho Alejandro Moreno come
de la mano de Rubén…
“Y esto por qué lo digo, porque la alianza se está
fracturando, no por iniciativa de “Alito”. Alejandro
Moreno lo que quiere es impunidad, pues el ve que el
caso en su contra se ha robustecido con las evidencias
que tiene el fiscal de Campeche, Renato Sales, que es
una evidencia sólida y que su caso está en la Cámara
de Diputados para desaforarlo, entonces lo que quiere
es ganar espacio para que no le llegue la justicia y no
tenga que rendir cuentas, en otras palabras, que
prevalezca la impunidad, y eso es lo que ofreció Rubén
Moreira.
El juego de Moreira es: “Vayamos por una opción muy fácil de
vender hacia afuera aunque rompa con la alianza, que es
tender esa consideración que hay en la Constitución de que
los militares van a seguir teniendo una presencia importante
en la Guardia Nacional, que terminaba en 2024 en un transitorio para que se extienda al 2028 y con eso el Presidente
López estará feliz y Morena se va a dar por satisfecho y le
dirá vamos a resolver tus problemas con la justicia; y ocurrirá
también algo que siempre ha querido Rubén Moreira que es
romper la alianza opositora.
“Y es que tan solo hay que recordar que Rubén siempre ha
votado a favor del Presidente, por ejemplo, la decisión de
más crítica que hubo en la pasada legislatura es que coincidieran las fechas de la Revocación de Mandato con las
elecciones intermedias, Moreira fue uno de los pocos diputados que votaron a favor de eso; y todas como la de acabar con
la reforma educativa, la prisión preventiva, todas las votaciones polémicas, en todas ha estado el voto a favor de Moreira
para el Presidente”.
Finalmente, dentro del PRI, Rubén Moreira está tan cuestionado como Alejandro Moreno, el problema es que en estos
momentos tienen el control del partido, aunque también hay
que decir que no tienen de su parte a la gente, a la base del
PRI.