En la madrugada de este lunes, el Ministerio de Defensa de Rusia informó que sus fuerzas interceptaron y destruyeron 251 drones ucranianos durante una ofensiva nocturna. Según la versión oficial, los ataques provocaron daños en infraestructuras y dejaron sin electricidad a decenas de miles de residentes en la región de Bélgorod.
El comunicado ruso sostiene que “durante la noche … Rusia interceptó y destruyó 251 drones” procedentes de Ucrania. Esa cifra representa una de las mayores cantidades de vehículos no tripulados afirmadas por Moscú en una sola operación.
El ataque, según las autoridades rusas, causó interrupciones eléctricas y daños en instalaciones clave, aunque no se han publicado detalles específicos sobre pérdidas humanas o zonas afectadas más allá de la región fronteriza mencionada.
Desde el inicio del conflicto, ambos bandos han recurrido al uso masivo de drones para reconocimiento, bombardeos puntuales y acciones de sabotaje. Ucrania, por su parte, no ha ofrecido un balance propio del suceso hasta el momento.
Este episodio reafirma la escalada en las tácticas de combate que involucran vehículos no tripulados, al tiempo que plantea interrogantes sobre la capacidad de defensa aérea rusa y la precisión de las afirmaciones oficiales.


