El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó recientemente una orden ejecutiva que prohíbe a las agencias federales considerar la raza, el género y otros factores de diversidad en sus procesos de contratación y promoción. Esta medida marca un cambio significativo en las políticas de diversidad, equidad e inclusión (DEI) implementadas en administraciones anteriores.
La orden ejecutiva establece que las decisiones de contratación deben basarse exclusivamente en el mérito y las calificaciones de los candidatos, sin tener en cuenta características personales como la raza o el género. Según la Casa Blanca, esta acción busca garantizar que el gobierno federal opere bajo principios de igualdad de oportunidades sin preferencias o cuotas basadas en identidad.
Críticos de la medida argumentan que eliminar las consideraciones de diversidad podría revertir avances logrados en la representación de grupos históricamente marginados dentro del servicio público. Organizaciones defensoras de los derechos civiles han expresado su preocupación por el impacto que esta política podría tener en la equidad laboral y la inclusión en el gobierno federal.
Esta decisión se alinea con otras acciones de la administración Trump orientadas a desmantelar programas de DEI en diversas agencias gubernamentales. Por ejemplo, en enero de 2025, se informó que el Instituto del Servicio Exterior del Departamento de Estado suspendió el acceso a materiales de capacitación relacionados con DEI, y el Servicio de Impuestos Internos eliminó menciones de “diversidad”, “equidad” e “inclusión” de su manual de procedimientos .
La orden ejecutiva también instruye a la Oficina de Administración de Personal (OPM) a revisar y modificar las políticas de recursos humanos para asegurar el cumplimiento de la nueva directriz. Se espera que las agencias federales implementen estos cambios en un plazo de 90 días.
Mientras tanto, defensores de la medida argumentan que esta política promoverá una cultura de meritocracia y eficiencia en el gobierno federal. Sin embargo, el debate sobre el equilibrio entre igualdad de oportunidades y diversidad continúa siendo un tema central en la política estadounidense.
