El gobierno de Ucrania confirmó el deceso de 40 soldados y 10 civiles durante las primeras horas de la invasión de Rusia al territorio.
Antón Gueraschenko, ministro del Interior ucraniano, informó que entre las víctimas también hay 19 personas desparecidas a consecuencia de los bombardeos registrados en diferentes zonas del país.
Además, el medio de comunicación AFP informó, que 18 personas murieron en un pueblo de la región de Odesa, ubicada en el sur de Ucrania. Entre los asesinados hay ocho hombres y 10 mujeres, esto según datos de la administración regional del poblado.
Sin embargo, no son las únicas consecuencias que se han registrado debido a la invasión que suscitó en la madrugada del 24 de febrero, ya varios civiles han intento huir hacia el oeste de Ucrania.
Incluso, de acuerdo a medios internacionales, bancos, gasolineras y tiendas de conveniencia han sido abarrotadas en las primeras horas del operativo militar que ordeno el presidente de Rusia, Vladimir Putin.
También el Ejército de Ucrania afirmó que derribó cinco aviones y un helicóptero ruso en el este del país durante las primeras horas de la invasión de Moscú.
Además, por la actual situación el embajador de Ucrania en la ONU, solicitó a su homólogo ruso que Moscú frene la guerra. Mientras que el embajador ruso ante Naciones Unidas, Vasili Nebenzia, acreditó el ataque y mencionó que la intención de esta invasión es cuidar a las personas que desde hace ocho años han sufrido un genocidio por parte del régimen de Kiev y “desmilitarizar” al país ucraniano.
Por su parte Vladimir Putin comentó, que esta determinación fue tomada después de recibir una solicitud de ayuda de los líderes de los territorios separatistas garantizado por Rusia constituidos en el este de Ucrania en 2014, no obstante, desde hace semanas la inteligencia occidental informó acerca de una latente guerra.
