La Cámara de Diputados de Uruguay aprobó este martes, con 57 votos a favor y 39 en contra, el proyecto de ley que regula la eutanasia y el suicidio médicamente asistido, marcando un hito legislativo en América Latina. La propuesta deberá ahora ser considerada por el Senado para su eventual sanción definitiva.
El proyecto contempla el derecho de una persona mayor de edad, que sufra una enfermedad grave, crónica e incurable, o un padecimiento físico o psíquico insoportable, a solicitar asistencia médica para poner fin a su vida de manera voluntaria, consciente e informada.
Durante la sesión, los legisladores expusieron argumentos tanto a favor como en contra, reflejando la sensibilidad social y ética del tema. Los promotores del texto afirmaron que se trata de un acto de respeto a la dignidad humana y al derecho de cada individuo a decidir sobre su propio sufrimiento. Por el contrario, los detractores manifestaron preocupaciones éticas, religiosas y médicas sobre la legalización de la práctica.
La discusión en Uruguay se enmarca en un contexto regional donde la eutanasia sigue siendo ampliamente restringida. Hasta ahora, Colombia es el único país de América Latina que ha legalizado plenamente la eutanasia, mientras que en otros territorios el debate aún permanece en etapas preliminares.
El Ministerio de Salud Pública de Uruguay deberá, en caso de aprobación definitiva, reglamentar los procedimientos, establecer protocolos y designar comisiones médicas que evalúen las solicitudes. Asimismo, el texto legal contempla el derecho a la objeción de conciencia por parte de los profesionales de la salud.
La iniciativa cuenta con respaldo transversal, habiendo sido impulsada por legisladores del oficialismo y de la oposición. Según analistas locales, el tratamiento del proyecto en el Senado podría realizarse antes de fin de año, lo que convertiría a Uruguay en uno de los pocos países del mundo con una legislación específica y garantista sobre la eutanasia.


