Con el dedo en la llaga, Por: Yazmín Rodríguez Galaz
La presión en la inseguridad que enfrenta Quintana Roo y particularmente Cancún prendió la alerta en Yucatán ante lo que podría ser el efecto “cucaracha” que de rebote pueda impactar o afectar en materia de delincuencia a la propia entidad, por lo que la coordinación a nivel federal con los mandos estatales y municipales y las demás corporaciones del ramo será fundamental en estos momentos de riesgo.
En paralelo las llamadas labores de inteligencia también son importantes para ubicar, detectar y desmantelar posibles grupos dedicados a la delincuencia y todo lo relacionado con la violación de leyes.
La detención y desmantelamiento de una banda de ladrones y delincuentes nativos de Colombia habla de los niveles de riesgo y lo que está ocurriendo en el entorno con la arribazón de gente proveniente de otras partes del mundo y de otras entidades del país que llegan precisamente queriendo hacer sus fechorías en Yucatán.
Los operativos de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), los retenes y el alcoholímetro, situaciones que a veces incomodan o molestan a los ciudadanos en general, hoy por hoy son más que necesarios y la prueba es que muchos de los presuntos delincuentes que se han atrapado son precisamente a través de esos puestos de mando.
Apenas hace unos días fue precisamente en uno de esos retenes que se ubicó a una persona que llevaba consigo dólares falsos.
Conforme pasa el tiempo y se observan los niveles de conflictos, detenciones y aparición de personas con antecedentes graves vinculados a la delincuencia organizada, se entiende por qué el gobernador Mauricio Vila Dosal aceptó la petición de empresarios de ratificar en el cargo al comandante Luis Felipe Saidén Ojeda, quien –sin embargo- hay que decirlo- ha puesto siempre como condición, contar con el apoyo financiero para la compra de equipo sofisticado y tecnológicamente importante, para poder estar en condiciones para el combate contra la delincuencia en todos sus niveles y vertientes.
Por otro lado, el mismo sector empresarial de Yucatán ha pedido que autoridades municipales, estatales y federales trabajen como uno solo en materia de combate a la inseguridad, a sabiendas de que en esta tarea no se pueden aceptar posturas partidistas ni mucho menos celos o protagonismos personales y particulares.
Hasta ahora, la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) es la que parece tener buen control y cuidado en lo que es el desenvolvimiento en materia de seguridad en Yucatán.
La coordinación entre la corporación, su titular Saidén Ojeda y la Secretaría General de gobierno, María Fritz Sierra, ha sido cuidadosa y exacta para la buena marcha de ese trabajo en conjunto.
Por lo pronto en materia de seguridad, Yucatán la sigue librando pero sin dejar de tener conciencia que las dificultades en esa área podrían ser mayores por lo que “no pueden lanzarse las campanas al vuelo”, por el contrario, es urgente poner más atención en este rubro para evitar que la delincuencia siente sus reales en la entidad.
No es posible bajar la guardia ni considerar que el asunto de seguridad está bajo control y sin riesgo alguno, porque desafortunadamente no es así.
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De golpe y porrazo
Pues ya se dio a conocer que la inversión para el Tren Maya será en un 90 por ciento de parte de los empresarios y que el gobierno Federal únicamente participaría con el 10 por ciento del costo de la obra.
No obstante, aún no están muy claras las condiciones de inversión, si se emitirán bonos o habrá participación de la bolsa, entre otros.
En el caso de los empresarios yucatecos ya dijeron que sí tienen interés en participar pero, obviamente, tendrán antes que nada, sopesar y valorar las condiciones en que se daría esa obra y su inversión.
Se había pensado –al menos así fue cuando lo anunció el presidente Andrés Manuel López Obrador- que en buena medida sería la Federación la que encabezaría ese proyecto y también con la aportación financiera correspondiente.
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Desde el pasado fin de semana, la tarifa del transporte público en Mérida se redujo en 50 centavos por acuerdo del gobernador Mauricio Vila Dosal con los permisionarios de ese servicio.
Sin embargo todavía faltará ver y arreglar lo concerniente a la modernización y adecuación de la situación en general de ese servicio, las condiciones de las unidades, nuevas rutas, entre otros.
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Al igual que está ocurriendo a nivel nacional, al parecer en Yucatán ya hay grupos de obreros que pretenden o intentarán crear una central o agrupación obrera además de las existentes la CTM y la CROC.
Aunque todavía está en veremos porque no es un asunto menor, sobre todo porque las dos centrales obreras más antiguas están bien establecidas, o por lo menos así parece.
De esto y más estaremos pendientes.
