Por: Cristina Padín
Le enseñaron no hacía mucho tiempo cuadros que le parecieron
muy raros. Le explicaron que era un elogio a lo voluptuoso, y muchas veces a lo
que es diferente. Y le encantaron.. aquellos colores tan sugerentes.. Tenía
razón mamá: un mundo sin arte sería un pedazo de tierra sin sabor y con
amargura..
Qué importante leer.. sentir.. escuchar música..
Le contaron que se había muerto. Y sintió mucha pena.
También había fallecido unos meses atrás uno de sus tíos más ancianos: el que
le enseñó a amar el toreo. Le hablaba de Manzanares y de Ordóñez.. y de Plazas
de Toros.. y de faenas. El pequeño, de seis años, hizo unos dibujos… con mucho
color..
El domingo acompañaría a su abuelo a un evento de valentía..
qué felicidad! Llevaría uno de los dibujos..
Viva el arte. Sin arte y sin cultura un país es nada
A la memoria del gran Botero
Al toreo
A la memoria de Antonio Ordóñez y JoseMari Manzanares
A las madres y a la mía: tan especial
A los niños y a sus dibujos
A mi querido Luis
A los valientes y a los valientes gallegos
A los abuelos. Y a mi maravillosa abuela
A Grethel, con besos