La Revista

Pozo profundo

Carlos Ramos Padilla
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Por: Carlos Ramos Padilla

 

A ningún presidente sensato le conviene dejar a su país
endeuda, carente de seguridad, con instituciones casi desaparecidas y con el
rompimiento de su eje principal: la división y equilibrio de poderes. Un
Ejecutivo sólido, un legislativo comprometido y un judicial entero y fuerte
permitirían sembrar proyectos a largo alcance y lo más importante, con unidad.
Sin embargo, no es así, son varias las veces que la población tiene que tomar
las calles para protestar, preocupada, por las fracturas que nos están
arrojando a un pozo profundo. Nuestra presencia diplomática, nuestra
competencia académica, la quiebra en el sector petrolero, el descuido en el
sector salud, los miles de muertos y desaparecidos y en constante
enfrentamiento con todos los sectores no solamente han frenado un avance, sino
han sido determinantes motivos de retroceso. Acusar, denostar, enfrentar e
incluso e incluso mofarse del poder judicial nos deja en el abandono de la
defensa de nuestras garantías y derechos. La democracia tiene como pilar
central a la división de poderes. Atentar contra el Estado de Derecho es
dinamitar al futuro. La demolición del acceso a la justicia es una escalada muy
violenta e innecesaria. El recorte al poder judicial pretende dejarlo
inoperante. Hay una venganza política porque con estatura la Suprema Corte no
ha permitido a usos y excesos desde el poder presidencial y el tratar de
colocar a la Ministra Piña como un estorbo resulta grotesco. Quitar trece de
los carece fideicomisos, retar a los maestros a salir a manifestarse por les
“hace falta tomar el sol”, arrebatar los derechos adquiridos a los trabajadores
e una torpeza monumental. De los tres poderes autónomos, el judicial es el
único que hace contrapeso para cenar las arbitrariedades. Quitarles a los
mexicanos el privilegio de que los abogados sirvan al pueblo y consoliden los
códigos legales que nos permiten entendernos como sociedad es un acto criminal
y decirlo, expresarlo o escribirlo no es reflejo de conservadurismo o traición
a la patria. No faltan las voces de los que pretenden desestabilizar y quieren
tomar fuerza. Los antes reventadores callejeros hoy se presumen gobernantes y
obstaculizarán a la libre manifestación, censura la libre expresión y cancelan
loa oportunidades a millones de jóvenes que espero no se arrepientan de haber
nacido mexicanos.

 

*Conductor del programa VaEnSerio mexiquense tv, canal 34.2,
izzi 135 y mexiquense radio.

Carlos Ramos Padilla
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