Por Yazmín Rodríguez Galaz
Ya a unas cuantas horas de que concluya el 2016, un año que se fue bastante rápido, arreciarán los preparativos para el 4º. Informe de gobierno del gobernador Rolando Zapata Bello, quien hasta ahora parece controlar los ímpetus de aspirantes y suspirantes a cargos de elección popular en el 2018, pero después del importante evento, se espera que tal cual carrera de autos o caballos, “todos arranquen”.
El mismo mandatario yucateco le ha pedido a varios de esos cercanos aspirantes, controlar sus “ansias políticas” y dar espacio hasta que concluya el evento principal de su 4º. Informe gubernamental, pues pareciera que una buena parte de los políticos priistas, ya andan anticipando los tiempos electorales.
Aunque faltarán cerca de 20 a 22 meses para la justa electiva, considerando las dificultades del escenario electoral del 2018, varios de los aspirantes a una candidatura, sobre todo por la gubernatura del Estado, ya piensan que necesitarán más meses de los que normalmente se usaban, para poder “prender” en una campaña política que les deje dividendos y buenos resultados, sobre todo para el PRI, después de las constantes alzas, los “gasolinazos” y otros tantos costos políticos más que deberá asumir el partido en el gobierno.
Se sabe que las principales dependencias del gobierno del Estado, han estado reuniendo información relevante de lo ocurrido en el 2016 y que será parte medular del informe de Zapata Bello hacia la comunidad yucateca.
Las obras -pese a los recortes- serán importantes, sobre todo lo referente al Centro Internacional de Congresos que ya muestra importantes avances en la calle 62 del centro de Mérida y en los alrededores de la zona hotelera.
Asimismo, seguramente serán motivo de mención especial las obras de la planta cervecera de la Modelo que ya se levanta en las cercanías del municipio de Hunucmá, en el poniente del Estado, así como los programas asistencialistas y de respaldo al campo yucateco.
Recientemente en un evento de toma de posesión de comités y seccionales del PRI yucateco, el mismo gobernador advirtió que el éxito se alcanza cuando se trabaja cerca de la gente y se logra cumplir sus expectativas y demandas.
Pareciera que terminó el tiempo del “amarre de cinturones”, de la dureza gubernamental y del rigor incluso a la hora de actuar, para dar paso a la necesaria convivencia y operación unidad en torno a lo que sería su partido, el PRI.
El gobernador Zapata Bello, pero sobre todo los priistas en general necesitarán a partir de ahora, aliados, y verdaderamente seguidores que actúen con verticalidad a la hora de las elecciones en el 2018.
La “cuenta regresiva” empezará después del informe gubernamental.
Las “huestes” del tricolor y los aspirantes y suspirantes lo saben y entienden que deben darle el margen y espacio necesario a la figura del gobernador como líder partidista y de gobierno para la rendición de su informe gubernamental.
Tras ello, seguramente todos empezarán a ver por sí mismos y por el futuro que les deparará las elecciones yucatecas.
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De golpe y porrazo
Hablando de futuro, el que anda más que avanzado dentro del PAN es el Diputado federal Joaquín Díaz Mena, que ya se abrió de capa y dijo que buscará la candidatura de su partido al gobierno de Yucatán en el 2018.
Díaz Mena ya fue candidato del PAN precisamente ante el actual gobernador Rolando Zapata Bello en el 2012.
El legislador consideró que en ese tiempo no “era mi momento” y que ahora podría aspirar de nuevo, a gobernar Yucatán.
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El ex alcalde de Mérida, Renán Barrera Concha, quien en días pasados se convirtió en papá por segunda ocasión ya que nació su hija Daniela, dijo que según su óptica, solamente observa dos aspirantes muy fuertes a la alcaldía y gubernatura de Yucatán por el PAN. Él y el actual alcalde de Mérida, Mauricio Vila Dosal.
Si no es él, soy yo, dijo en entrevista de radio. No obstante señala que sí no logra la candidatura al gobierno de Yucatán buscaría la postulación por la alcaldía de Mérida, otra vez.
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Todo un conflicto para los camioneros que no quedaron muy conformes con el alza de un peso al pasaje de los adultos y se mantuvo la tarifa “social” para estudiantes, niños y adultos mayores, ya que pedían un aumento de 2 pesos.
De todas formas, el alza de un peso impactará a las familias que no tienen más opción que usar el transporte público y no pueden, ni siquiera pensar en taxis o el servicio de Uber.
Complicado además para quienes tienen que usar dos y hasta tres camiones para trasladarse a su trabajo y de regreso a su hogar.
En fin como cada año, es el cierre del 2016.
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De esto y más estaremos pendientes
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