Por Yazmín Rodríguez Galaz
Este fin de semana el priismo nacional enfrentará nuevos obstáculos para definir métodos y cambios que le pudieran permitir la batalla electoral del 2018 en momentos en que la percepción electoral en el plano nacional, indica que estaría perdiendo la elección aún sin determinar a su candidato presidencial.
El miércoles pasado en Campeche y Guadalajara se realizaron asambleas previas y será este sábado cuando en la Asamblea Nacional se den los pasos para definir qué quiera y puede hacer el priismo nacional para evitar una derrota como la ocurrida en el año 2000 cuando terminaba el entonces presidente Ernesto Zedillo Ponce de León.
Pasaron 12 años para que el PRI tuviera que actuar como partido de oposición y aspirara a retomar el liderazgo en el país nuevamente y ahora está ante un delicado escenario que lo colocaría otra vez al borde de la derrota.
Y no solo es o se trata de perder, sino de ante quién sería; no verían nada conveniente que finalmente Andrés Manuel López Obrador, obtuviera su anhelado sueño de tirar a la “mafia del poder” como les llama y encumbrarse en el máximo cargo, con su recién creado partido Morena.
No, no sería nada parecido a lo que pasó en el 2000 cuando perdieron ante el PAN. Es por ello que desde el mismo CEN del PRI y Los Pinos presidenciales se han prendido los focos rojos y más aún cuando ya transcurren los meses para el proceso electivo.
Lo que salga de la Asamblea Nacional priista marcará el rumbo y futuro y mucho más porque al interior de su partido, ya hay presiones de alto nivel para impedir la imposición para dar entrada a algún perfil “no priista” que pueda ser la ocurrencia del Presidente con miras a buscar ganar.
En ese sentido priistas de varias élites y entre ellas la ex gobernadora Ivonne Ortega Pacheco, se han parado en la posición de “opositores” hacia el interior, para lograr que el PRI retome su ascendencia con la ciudadanía y literalmente se les otorgue “voz y voto”.
Como quiera que sea que ocurra, el panorama no parece ser halagüeño ni fácil para los priistas de todo el país, menos cuando ya enfrentan quejas y corrupción de ex gobernadores y los recientes resultados electorales los colocaron “pegados a la pared”.
La gente no está nada contenta con el gobierno que eligió en el 2012 y ya lo está manifestando y una nueva cerrazón priista a reconocerlo pudiera llevar a situaciones verdaderamente graves.
En Campeche, una de las sedes de las asambleas del PRI, estuvo el secretario de Turismo Enrique Octavio de la Madrid y esto dejó sospechas de que un supuesto diálogo con el presidente Enrique Peña Nieto, tendría que ver con lo que allá se hará.
El caso es que este fin de semana, podrán darse definiciones para el tricolor que tiene todo en contra ya que junto con pegado, también enfrentaría un frente opositor de otros partidos que pretenden “sacar de Los Pinos… al PRI”.
La oposición aliada contra el tricolor es otro factor que también tendría que ver en el resultado electoral presidencial del próximo año.
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Pues en el PAN el ex alcalde Renán Barrera Concha parece haber retomado el caso de las luminarias como “carne de cañón”, para la ya inminente campaña electoral.
Abrió una página electrónica sobre el caso de las luminarias, culpando nuevamente a la senadora priista Angélica Araujo Lara sobre ese asunto, pese al fallo de la SCJN.
La senadora únicamente le respondió vía twiter que ese asunto fue “cosa juzgada” por el máximo órgano judicial. Veremos en qué acaba este culebrón.
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Pues empiezan a surgir los nombres de los que aspiran y esta misma semana, se notó que “con todo y por todo”, el titular de la SEGEY, Víctor Caballero Durán arreció el paso buscando colocarse mejor en el ánimo preelectoral.
Y es que los adversarios del mismo Caballero Durán dicen que no sube más allá del 13 por ciento y pese a su amistad con el gobernador Rolando Zapata Bello, sería difícil que resulte ser el candidato del PRI al gobierno de Yucatán.
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De esto y más estaremos pendientes.
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