La Revista

¿Cuál es el México que queremos?

Enrique Vidales Ripoll
Enrique Vidales Ripoll
Sígueme en redes sociales:

ENRIQUEciendo la noticia, por: Enrique Vidales Ripoll. 

@chanboox

No hay tiempo que no llegue a
consumarse. Los periodos de campaña han iniciado. Un periodo de análisis de
propuestas electorales de 90 días donde muchas cosas seguramente pasarán y
marcarán la decisión final de los electores. Como siempre se dice en cada
jornada electoral, no estamos jugando el futuro inmediato del país.

Seguramente hay quienes no necesitan
ni escuchar, ni analizar o reflexionar sobre las propuestas de los candidatos.
Quienes se encuentran en esa condición representan el voto duro que tiene cada
fuerza política. Esto ya está medido y se espera que no exista un gran colapso
que cambie esa preferencia electoral.

Pero también hay un rango de
indecisos. Por lo menos de quienes no manifiestan públicamente la intención de
voto. En un país donde se ha consolidado la falta de confianza en las
instituciones, la sombra de la incertidumbre no permite medir con mayor
seguridad el cómo van las preferencias de voto. Sin llegar a precisar con
exactitud porcentajes una gran mayoría de los “indecisos” se sabe votarán con
el PRI.

Lo importante, independiente de la
intención inicial de voto, es la capacidad de análisis en las opciones que
tenemos enfrente para elegir lo mejor. El análisis se debe fundamentar en qué
queremos para nuestro país.

Lamentablemente hay varias
circunstancias que nos configuran un panorama desfavorable para todos los
mexicanos.

El tema de la corrupción
gubernamental alcanza a todos los partidos e involucra a varios connotados
políticos. Parecería que es difícil erradicar de la práctica de gobierno o
representación popular política la mala fe que busca aprovecharse del puesto
sin importar las carencias y los retos ciudadanos, para lo cual deberían
comprometerse a trabajar.

Los intereses particulares y
mezquinos siguen dominando el ánimo de políticos que ven la oportunidad para
“aprovecharse del cargo” y “forrarse de recursos económicos” de forma deshonesta.
Al final el sistema los protege en el intercambio de favores perversos que
fomentan la impunidad.

El sentimiento de los ciudadanos de
indignación está en la plática cotidiana, en las redes sociales, en el trabajo,
en el mercado, en las escuelas, en todos lugares menos como referencia en los
discursos políticos. Tal parece que los políticos y las fuerzas políticas no
escuchan o no quieren atender.

No hay ninguna palabra y ocasión para
la disculpa ni la búsqueda del perdón ciudadano. Como tampoco se percibe una
propuesta concreta para que historias conocidas no se repitan. Esto es
fundamental para recomponer la confianza perdida y la comunicación directa
entre los políticos y la ciudadanía.

Debemos reflexionar sobre lo que
queremos y deseamos para el México. Podemos coincidir en que es necesario
impulsar las oportunidades de empleo, de mejoramiento educativo, de atención a
los grupos vulnerables, la seguridad y combate a la impunidad, la consolidación
de procesos de justicia más claros, expeditos y justos. Necesitamos impulsar el
campo y el consumo internos.

Debemos fomentar el emprendimiento
como la optimización de los recursos públicos, la transparencia y la rendición
de cuentas.

Que la campaña sea de alturas,
honesta, sincera y con propuestas. No a la guerra sucia, ni a la denostación ni
descalificación sin sentido.

Una campaña que nos permita el
contraste pertinente de las propuestas para analizar y elegir bien.

Por lo menos, aquí queda la petición…

Enrique Vidales Ripoll
Enrique Vidales Ripoll
Sígueme en redes sociales:

No quedes sin leer...

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Artículo anterior
Artículo siguiente
- Advertisement -spot_img
- Advertisement -spot_img

Lo último