Guerra abierta entre Irán e Israel: Teherán lanza cientos de misiles en represalia por bombardeos a instalaciones nucleares
La tensión entre Irán e Israel alcanzó un nuevo y peligroso punto de inflexión la noche del viernes, cuando Teherán lanzó un ataque masivo con cientos de misiles balísticos hacia territorio israelí. La ofensiva, que fue calificada por las autoridades iraníes como el inicio de una “respuesta aplastante”, es una réplica directa a la llamada Operación León Naciente, una acción militar israelí que horas antes había bombardeado instalaciones nucleares y objetivos estratégicos dentro del territorio iraní.
El inicio de la escalada: Israel ataca primero
Durante la madrugada del viernes, Israel ejecutó la primera fase de una operación militar a gran escala contra Irán. Según las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), la operación tenía como objetivo neutralizar instalaciones nucleares, centros de comando y otras infraestructuras militares clave. La ofensiva fue coordinada con el Mossad, el servicio de inteligencia exterior israelí, que habría establecido una base secreta de drones dentro de Irán para facilitar los ataques.
Fuentes militares revelaron que comandos del Mossad introdujeron armamento de precisión en territorio iraní y que se utilizaron decenas de aviones de combate en bombardeos sobre las principales ciudades iraníes, incluyendo Teherán. El resultado fue devastador: al menos 78 personas muertas y más de 200 heridas, según cifras preliminares del medio estatal iraní Nour News.
Teherán contraataca con misiles y drones
La respuesta iraní no se hizo esperar. Primero, envió un escuadrón de 100 drones hacia territorio israelí, la mayoría de los cuales fueron interceptados. Pero más tarde, en un acto de represalia mucho más amplio, Irán lanzó cientos de misiles balísticos en una ofensiva sin precedentes que sobrevoló ciudades como Tel Aviv y Jerusalén, generando pánico entre la población.
De acuerdo con la agencia oficial IRNA, esta acción representa la “respuesta decisiva al brutal ataque del régimen sionista”. A pesar de la eficacia de los sistemas de defensa antimisiles israelíes, que interceptaron la mayoría de los proyectiles, se reportaron varios heridos en áreas metropolitanas, especialmente en Tel Aviv.
Una operación con consecuencias históricas
La magnitud de los ataques mutuos ha superado cualquier enfrentamiento reciente entre ambas naciones, y expertos consideran que la región podría estar a las puertas de una guerra total. Uno de los impactos más significativos para Irán fue la muerte del comandante de la Guardia Revolucionaria, Hossein Salami, así como la del exdirector de la Organización de Energía Atómica, Fereydoon Abbasi, y del jefe del Estado Mayor iraní, Mohammad Bagheri.
También se confirmó el fallecimiento del comandante de la fuerza aérea del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica, Amir Ali Hajizadeh, y al menos seis científicos nucleares. Las autoridades israelíes afirman haber dañado significativamente la planta nuclear de Natanz, una de las instalaciones más sensibles y estratégicas del programa nuclear iraní.
Netanyahu defiende la operación y advierte sobre nuevas acciones
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, justificó la operación alegando que Irán estaba a punto de construir un arma nuclear. “Israel no podía esperar más”, dijo en una declaración televisada. Aseguró que la Operación León Naciente continuará durante los días que sean necesarios para neutralizar completamente la amenaza nuclear iraní.
“Si no se detiene a Irán ahora, podría construir un arma nuclear en pocos meses. Esto es una amenaza existencial para Israel”, advirtió Netanyahu, quien también agradeció al presidente de EE.UU., Donald Trump, por su respaldo y postura firme ante el programa nuclear iraní.
Estados Unidos en medio de la tensión
Aunque Israel aseguró haber actuado de forma unilateral, el secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, dejó claro que Washington no participó en los ataques, aunque admitió haber sido informado de antemano. En paralelo, el gobierno estadounidense ordenó la evacuación de personal no esencial de su embajada en Bagdad ante el aumento del riesgo regional.
Trump, por su parte, instó a Irán a llegar a un acuerdo sobre su programa nuclear y advirtió que nuevos ataques serían “aún más brutales”. En su red Truth Social, el presidente norteamericano escribió: “Irán debe llegar a un acuerdo, antes de que no quede nada del Imperio persa”.
Un conflicto con implicaciones globales
La comunidad internacional observa con creciente alarma el conflicto. La Agencia Internacional de Energía Atómica (OIEA) confirmó esta semana que Irán está violando sus compromisos nucleares, y que el país ha logrado enriquecer uranio al 60% de pureza, un nivel cercano al armamentístico.
Analistas consideran que el ataque israelí puede tener el efecto contrario al buscado. Frank Gardner, corresponsal de seguridad de la BBC, señaló que “cuando se calme la polvareda, los líderes iraníes sobrevivientes van a correr para obtener un arma nuclear, considerándola la única defensa real”.
Comparó el caso iraní con lo ocurrido en Libia y Corea del Norte: mientras Gadafi fue derrocado tras abandonar su programa de armas, el régimen norcoreano se ha mantenido firme gracias a su arsenal nuclear.
¿Hacia una guerra total?
La situación sigue siendo extremadamente volátil. Aunque ambos países han protagonizado enfrentamientos indirectos en el pasado, esta es la primera vez en décadas que ataques de gran escala alcanzan directamente zonas urbanas y centros estratégicos dentro de cada nación.
Con las conversaciones nucleares entre Irán y EE.UU. estancadas y la retórica bélica en ascenso, la región se encuentra en un punto de quiebre. La incertidumbre sobre la próxima fase del conflicto mantiene en vilo no solo a Medio Oriente, sino al mundo entero.