Katy Perry, de 40 años, y el actor Orlando Bloom, de 48, han confirmado oficialmente su ruptura tras nueve años de relación intermitente, seis de compromiso y una hija en común, Daisy Dove, nacida el 26 de agosto de 2020.
En un comunicado emitido por sus representantes el 3 de julio de 2025, la pareja declaró que en los últimos meses “han estado cambiando su relación … para centrarse en la crianza compartida” y añadió: “Su prioridad común es, y siempre será, criar a su hija con amor, estabilidad y respeto mutuo”.
Pese a que nunca llegaron a casarse, tras su compromiso en febrero de 2019, su relación atravesó altibajos. En 2017 rompieron brevemente, se reconciliaron en 2018, se comprometieron nuevamente en 2019 y, en 2020, recibieron a Daisy.
La noticia, que llevaba semanas en rumores y especulaciones, se confirmó tras sucesos como la asistencia de Bloom en solitario a la boda de Jeff Bezos el 24 de junio en Venecia y los gestos emotivos de Perry durante su gira en Australia.
Durante su presentación del 30 de junio en Adelaide, Perry se mostró visiblemente conmovida y fue vista llorando en el escenario, agradeciendo al público su apoyo constante.
Por su parte, Bloom compartió en sus redes sociales citas reflexivas de Carl Jung e incluso de Daisaku Ikeda, en las que abordaba temas como la soledad, el coraje y la melancolía como parte del crecimiento personal.
Según fuentes cercanas, desde hace más de un año la pareja llevaba una vida cada vez más separada, lo que derivó en crisis y conversaciones previas a la decisión. La prensa internacional apunta a que ambos buscaban preservar el bienestar de su hija evitando una ruptura conflictiva.
A pesar del fin de su vínculo romántico, el comunicado deja claro que seguirán compartiendo la responsabilidad paterna y que continuarán apareciendo juntos como familia, con la hija como eje central de su relación futura.