El reciente fallecimiento del exvicepresidente de Estados Unidos Dick Cheney, ocurrido el martes 4 de noviembre a los 84 años, ha vuelto a poner en el foco la película “Vice”, producción de 2018 que llevó su vida al cine con un enfoque satírico y provocador.
Hollywood ha retratado con frecuencia a figuras presidenciales, como Abraham Lincoln, John F. Kennedy o Richard Nixon. Sin embargo, el caso de Cheney destaca por tratarse de un vicepresidente cuya figura fue considerada lo suficientemente influyente como para protagonizar una obra cinematográfica. “Vice”, dirigida por Adam McKay, conocido por sus sátiras políticas como “The Big Short” y “Don’t Look Up”, narra el ascenso del exvicepresidente desde sus humildes inicios hasta convertirse en una figura central en la política estadounidense durante los dos mandatos de George W. Bush, entre 2001 y 2009.
La interpretación de Dick Cheney estuvo a cargo del actor Christian Bale, cuya transformación física fue ampliamente comentada por la crítica y que le valió una nominación al premio Oscar como mejor actor principal. En total, “Vice” recibió cinco nominaciones a los premios de la Academia en 2019, incluida la de mejor película, y obtuvo el galardón a mejor maquillaje.
La cinta no se presenta como una biografía tradicional. En palabras de su enfoque narrativo, “Vice” ofrece una recreación cargada de humor negro y sátira política, incorporando elementos ficticios y recursos narrativos poco convencionales. Un ejemplo de ello es una escena en la que George W. Bush, interpretado por Sam Rockwell, le ofrece la vicepresidencia a Cheney en una conversación informal y casi caricaturesca.
La historia abarca un extenso periodo, desde 1963, cuando Cheney trabajaba en Wyoming tras abandonar la Universidad de Yale, hasta su entrada a la Casa Blanca como becario en 1969 durante la presidencia de Richard Nixon. Su trayectoria continúa con su ascenso bajo la tutela del entonces asesor económico Donald Rumsfeld —interpretado por Steve Carell— y su nombramiento como secretario general de la Casa Blanca durante el gobierno de Gerald Ford.
“Vice” también retrata aspectos personales de Cheney, como su primer ataque cardíaco en 1976 y su relación con su hija menor, Mary. La película aborda su retiro momentáneo de la política ante la falta de apoyo popular para una posible candidatura presidencial, así como su posterior paso al sector privado como CEO de la empresa Halliburton.
En un giro creativo, la cinta incluye un falso epílogo en el que se sugiere que Cheney vivió el resto de su vida fuera del ámbito político. No obstante, esta escena es interrumpida para continuar con los momentos más decisivos de su vicepresidencia, con un enfoque especial en las invasiones a Afganistán e Iraq tras los atentados del 11 de septiembre.
La muerte de Dick Cheney no solo cierra un capítulo de la historia política reciente de Estados Unidos, sino que también reaviva el interés por una de las representaciones más incisivas y polémicas del poder en el cine contemporáneo.
