Madrid, 28 feb (EFE).- Activistas afganas y representantes de organismos internacionales han apostado este lunes por impulsar la negociación y mediación con el régimen talibán de Afganistán para mejorar la situación de la mujer y conseguir su participación en el proceso de paz y reconstrucción del país.
Organizado por el Ministerio de Asuntos Exteriores como parte de la Cumbre de Mujeres Afganas HearUs, el panel moderado por la presidenta de la Agencia EFE, Gabriela Cañas, ha contado con la participación de dos abogadas y activistas afganas y representantes de la Unión Europea, la ONU y la OTAN, así como de un experto en seguridad y defensa del Ministerio de Defensa.
Todos han coincidido en que la comunidad internacional debe involucrarse en el proceso de negociación y reconstrucción afgano y el recuperar la presencia e influencia de las mujeres afganas en la vida pública.
El reconocimiento y puesta en valor del 50 por ciento de la sociedad afgana ya fue uno de los grandes ejes de un manifiesto impulsado por mujeres españolas entre las que se encontraba Cañas y que logró el apoyo de 130.000 firmas en un llamamiento a la comunidad internacional para que “no desmaye en su labor de intermediación” con el régimen talibán, ha recodado la presidenta de EFE y moderadora del panel.
Prueba de la difícil situación de las mujeres afganas es el hecho de que el anterior Ministerio de Asuntos de la Mujer en Afganistán hoy se llama Ministerio de Propagación de la Virtud y Prevención del Vicio. Y lo ocupa un hombre.
La anterior responsable de este departamento y actual activista de Derechos Humanos y en defensa de la mujer afgana, Sima Samar, ha subrayado que la situación en Afganistán hoy es prueba de un “enorme fracaso colectivo” tanto del pueblo afgano como de la comunidad internacional, ya que, tras 20 años de trabajo conjunto, los talibán vuelven a estar en el poder y las mujeres vuelven a ser “ciudadanos de segunda o de tercera”.
En su opinión, todo se destila en el respeto de los derechos humanos y su aplicación a las mujeres, por lo que lograr la educación, sanidad, justicia y participación en la vida pública de las mujeres debe ser el eje de la actuación de la comunidad internacional.
El alto representante de la Alianza de Civilizaciones de las Naciones Unidas, Miguel Ángel Moratinos, ha planteado que el “’apartheid’ de género” que han impuesto los talibán no es aceptable y que los derechos de las mujeres no deben ser moneda de cambio en un proceso negociador, sino una “prioridad negociadora”.
Moratinos también ha subrayado que “las cuestiones culturales y religiosas no pueden ser justificación para limitar la aplicación de los derechos humanos” y que la comunidad internacional debe mantenerse unida entorno a esta exigencia.
Similar posición han defendido la representante especial para Mujeres, Paz y Seguridad de la Secretaría General de la OTAN, Irene Fellin; el enviado especial de la UE para Afganistán del Servicio Europeo de Acción Exterior, Tomas Niklasson; y el director general de la División de Coordinación y Estudios de Seguridad y Defensa, el coronel José Luis Calvo Albero, quien ha animado a apoyarse en las mujeres para cualquier proceso para pacificar y recomponer las sociedades.
