La fe y la emoción se unieron en la Catedral de San Ildefonso de Mérida, donde cientos de meridanos se congregaron este domingo para recordar y rendir homenaje al Papa Francisco, fallecido recientemente a los 88 años, justo al inicio de la semana de Pascua.
La Arquidiócesis de Yucatán organizó una misa especial presidida por los obispos auxiliares Pedro Mena y Mario Medina Balam, así como varios sacerdotes locales. Durante la liturgia, se recordó que, debido al fallecimiento del sumo pontífice en un año jubilar, los fieles aún pueden obtener indulgencia plenaria al visitar la catedral, aunque las oraciones cambian de intención: ahora se hacen en memoria del Papa Francisco y no por sus intenciones.
Monseñor Pedro Mena resaltó la profunda conexión espiritual del evento, recordando que Francisco falleció un día después del Domingo de Resurrección, un momento cargado de significado para los católicos, similar a las fechas de fallecimiento de papas anteriores como Juan Pablo II y Benedicto XVI.
Durante su intervención, Mena destacó el legado de Jorge Mario Bergoglio como el primer Papa latinoamericano y un líder que supo aterrizar la palabra de Dios en la vida cotidiana de millones. Asimismo, monseñor Mario Medina explicó detalles sobre el protocolo seguido tras la muerte del pontífice, incluyendo cambios como el uso de un ataúd simple de madera y una declaración de muerte realizada en la capilla privada, siguiendo reformas impulsadas por el mismo Francisco.
En representación de las autoridades civiles, Carlos Berlín Montero acudió en nombre del Gobierno de Yucatán, mientras que Carmen González Martín representó al Ayuntamiento de Mérida.
La despedida en Mérida refleja el cariño y la influencia que el Papa Francisco dejó en la comunidad católica yucateca, en un momento de profunda reflexión y unidad.